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martes, 9 de agosto de 2011

AFTT 2011, etapa 7: Chaine des Aravis

Me doy un buen madrugón, a las 4.30 pongo el despertador, pues tengo que conducir hasta Tournon, punto de partida de este octavo dia de cicloturismo. Esta noche no ha llovido, lo que da bastantes ánimos para ponerse en marcha.

Por el camino, voy desayunando, y llego en poco rato a Tournon, donde aparco cerca de la iglesia. Aparcar cerca de iglesias tiene de bueno que, al llegar, es más fácil encontrar el coche, jeje.

Aun es de noche cuando me pongo en marcha, pero en pocos minutos empieza a aparecer luz. Está muy nublado, por eso ha amanecido algo más tarde de lo esperado. La primera ciudad que atravesaré es Albertville. Aquí estoy pasando por la estación central a las 6 y poco de la mañana.


Voy remontando el rio Doron y, al llegar al pueblo de Queige, decido hacer un sube-baja al Col de la Forclaz de Queige. Como hay muchos "Col de la Forclaz", pondré el nombre del pueblo para diferenciarlos.


Un puerto corto pero que va de perlas para empezar la etapa en esta mañana tan gris.


En la cima. Ahora me doy media vuelta y de nuevo a seguir remontando el rio Doron.


Terreno cómodo al lado del Doron.


En Villard-sur-Doron dejo la carretera del rio y me meto propiamente en la ascensión al Mont Bisanne. Un puertazo, con sus 1.600 metros de desnivel desde Albertville está en dura pugna con el Mont du Chat para obtener el honor de "puerto más duro del Tour".


Enseguida buenas vistas del valle del Doron... y no me queda nada!


Beaufort al fondo del valle y la zona del Cormet de Roselend y las agujas de casi 3.000 metros como telón de fondo.


Exigente subida al Mont Bisanne.


Llego a Bisanne 1500, complejo de apartamentos. Aun me queda subida, aun.


Tremendas vistas mientras poco a poco le voy ganando terreno a la montaña.


Dejo atrás el complejo de Bisanne 1500 y me preparo para los últimos kilómetros, que además son los más duros.


Los 2 últimos kilómetros no bajan del 11% de media. Terrible, ya podían estar al principio y no al final...


Cerca de la cima empieza a llover. Con las buenas vistas que he ido teniendo, es llegar arriba y meterse ese banco de niebla que me fastidia cuialquier foto. Lo único que puedo salvar es esta media vista de Les Saisies, por donde voy a bajar.


Bajo hasta la estación de Les Saisies y en este super me avituallo. Galletas y cocacolas será suficiente por el momento.


Un par de kilómetros "urbanos" para coronar el Col des Saisies y me lanzaré en una larga bajada hasta Flumet.


Me llueve durante toda la bajada, lo cual me fastidia porque hay que ir con muchísima precaución y aparte te enguarras de arriba a abajo.


Pasando por N.-D.-de-Bellecombe. Ya hace rato que me duele mucho el culo, ayer cambié de culotte y eso me provocó unos rozes muy desagradables que hoy están pasando factura. Y ahora que voy mojado, aun molesta más.


Viene la parte más empinada de la bajada y la lluvia no para.


Llego a Flumet, una antigua aldea medieval.


Construida en un terreno muy abrupto sobre el rio Arly. Casas colgantes.


En Flumet dará inicio el Col des Aravis, otro puerto de la ruta de los Grandes Alpes.


Llueve con desconsuelo durante la primera mitad de la ascensión.





Pero también hay sol... estos enormes contrastes son los que mantienen viva la esperanza que, en cualquier momento, deje de llover y luzca el tan deseado astro rey.


Llego a La Giettaz, otro pueblo que vive del esquí y del turismo, y deja de llover.


L'Etale, con sus 2.483 metros, es lo más alto de esta zona. Permanece oculto por las nubes bajas.


Abajo queda La Giettaz y yo me aproximo a la cima del puerto.


Un ratito de sol, aunque no parece que vaya a durar mucho.


El valle de l'Arrondine que he ido remontando en la ascensión al Col des Aravis queda a la vista casi en su totalidad.


Últimos kilómetros de la ascensión, con una temperatura de 13ºC que hace que suba con toda la ropa de invierno puesta.





Un Cristo que nos observa y ampara.


Llegando a la cima del Col des Aravis. La nube esa no se acaba de apartar!


Muy chulos esos carteles de piedra y cerámica.


En la cima, el ganado muy tranquilo bajo la mirada de la Pointe de Merdassier.


Viene ahora un corto descenso hasta Les Etages, donde enlazaré con el siguiente puerto, el Col de la Croix-Fry.


Empiezo la subida al puerto mientras el dia parece que se va a arreglar.


Les Etages queda abajo y el sol nos ofrece unas bonitas postales.


Subida corta y no excesivamente complicada. Y en seco! Es la hora de disfrutar.


La Pointe de Merdassier ahora luce mucho mejor, a pesar de su poco agraciado nombre, jeje.


Corono este puerto. En Francia, hay flores por todas partes, incluso aquí.


Ahora viene un descenso importante hasta Les Clefs y el valle de Le Fier. Es aquí donde voy a tener las vistas más espectaculares de la etapa.


La Tournette, de 2.351 metros y un buen sombrero de nubes.





Una preciosa bajada, 100% Alpes.











Una vez termino el descenso, voy a por el cortito Col du Marais. Hay que coger agua, y ésta debe salir muy buena.


Por la carretera del Col du Marais, que luego enlazará con el Col des Esserieux.


Terreno muy agradable con una climatología que se ha puesto de cara.


Pasando por Serraval.


Y finiquitando el Col des Esserieux.





Ahora tendré una buena bajada hasta Faverges que allí al fondo puedo intuir.


Algo de terreno neutral hasta Vesonne, donde empezará un auténtico hueso: el Col de la Forlaz de Montmin, duro como la madre que lo parió.


Disfruto de este llano sin saber lo que me espera por delante.


Son 8.2 kms al 8% de media, pero con un fortísimo viento de cara que me hizo parar más de una vez. Terrible!


Llego al pequeño pueblo de Montmin. Es durísimo, sí, pero el paisaje es una pasada.


En la cima del puerto, atasco de gente.


Bajaré por la cara norte, hacia Talloires. No tardo en avistar el Lac d'Annecy.


El Lac d'Annecy, hasta él deberé bajar.


El Lac d'Annecy y las Dents de Lanfon, a la derecha, observándolo permanentemente.


Ya estoy llegando al lago, se me acaba el descenso!


Ahora tengo unos 7 kms bordeando el Lac d'Annecy. Siempre son un placer estos paseos al lado del agua.


Dejo el lago atrás y me voy a por el último puerto del dia, el Col de Tamie. Por ahí delante debe estar.


La Pointe de la Sambuy no me quita ojo en toda la subida.


Este puerto es fácil, de esos que da gusto subir cuando llevas un buen tute encima, pues casi se sube solo.


Además bastante tranquilo y por carretera más que aceptable. Para acabar la etapa con buen sabor de boca, vaya!


En la cima del Col de Tamié.


Solamente me resta dejarme caer hasta el coche bajando por esta vertiente, bastante más empinada que la que yo subí.


En plena bajada, el valle del Isere. Una inmejorable forma de acabar una etapa que se hizo durísima.


Llego al coche muy resentido del culo y las manos. Eso se junta con los labios que los tengo fatal desde las primeras etapas. Este Tour se está haciendo muy duro!

Pero cojo el mapa de la siguiente etapa y al verlo me animo. No quiero saber las predicciones del tiempo, porque como sean de más agua me voy a deprimir... Así que arranco el coche y me voy hasta St-Jean-de-Sixt, pueblo donde había decidido pernoctar.

Allí, está todo petadísimo, y muchos párkings pero todos los aseos cerrados. Harto de dar vueltas, me voy de ahí y subo hasta Le Grand-Bornand. Gran acierto! A las primeras de cambio, encuentro un párking en la estación de autobús y unos lavabos públicos. Sin pensármelo 2 veces, aparco y decido pasar ahí la noche. Además, está a más de 900 metros de altitud, lo que me garantiza una noche fresquita y dormir bien.

Me ducho con mi esponja, me afeito, me visto de calle y me vuelvo directamente al coche a cenar. Tengo una pizzeria al lado que me tienta, pero mantengo el presupuesto a raya y me cocino lo que llevo de casa. Vuelve a ponerse a llover mientras ceno, cosa que me mosquea mucho, pero intento no pensar en ello.

Oscurece rápidamente mientras me meto en la parte trasera del coche, tapo todas las ventanas y con el frontal encendido repaso la etapa de mañana: 6 puertazos, 5 de ellos de primera, y con el temible Joux-Plane entre ellos. ¿Tocará sufrir? ¡Tocará sufrir! Me pongo un pegote de nivea en el culo, otra pasada del regenerador labial en los morros y me arrebujo dentro del saco.

Me duermo deseando fervientemente que mañana haga bueno. Debí ser malo, pues mis plegarias no serán escuchadas.....

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