Buscar este blog

jueves, 4 de agosto de 2011

AFTT 2011, etapa 3: Alpes de Drome


Aparco el coche en Veynes aun de noche, aunque intuyéndose el amanecer. He llegado ya desayunado, por lo que solamente debo sacar la bici del coche, prepararlo todo para la etapa (ropa, mapas,...) y ponerme en marcha.

Una primera tachuela, el Col des Eygaux, me sirve para calentar las piernas y para tener unas primeras vistas del Valle del Petit Buech.



Bajo el puerto para tomar una carretera nacional, que a estas horas tempranas está muy poco transitada, y que va remontando con leve subida el rio Grand Buech.



Acercándome sin prisas al primer puerto importante del dia, el Col de Grimone. En el cielo, se alternan claros con zonas de nubarrones amenazantes. A ver que me toca...



Dejo esa carretera general para meterme de lleno en el ascenso a Grimone.



Una subida que, quizás por ser la primera, paso con bastante más gloria que pena.



Desde lo alto del Col de Grimone y mirando hacia el oeste, vertiente que voy a bajar.



El pueblo de Grimone, de donde el puerto toma su nombre.



Pasado el pueblo de Glandage, y prosiguiendo mi descenso, atravieso las espectaculares Gorges des Gats.





Llegando a Chatillon-en-Diois, cambio de carretera y me voy a subir el Col de Menée, otro puerto importante de los Alpes. Pero a poco de empezar, justo al entrar al pueblo de Menée, me desvío momentaneamente para acercarme a visitar el Cirque d'Archiane.







Una vez visitado este impresionante circo, doy media vuelta para retomar la carretera que me subirá al Col de Menée.



En Les Nonnieres, a media subida, paro en este hotel para pedir un bocadillo. Los que traía yo de casa ya se terminaron, ahora tocará buscarse la vida dia a dia.



Ya bien provisto de comida, continúo subiendo el Col de Menée atravesando el Bosque du Sapet.



Tras el bosque, viene una zona de prados, cercana ya la cima del puerto.



Con sorpresa, veo que la cima es un túnel.



Vistas inquietantes de la cara norte, la que debo bajar.



Una bajada muy rápida aunque traqueteante, y encaro terreno ascendente de nuevo.



Voy a por el encadenado Col de Cornillon - Col Accarias.



Pero antes de meterme en esos puertos, en Clelles, es hora de comer cosas dulces. Esta boulangerie me irá al pelo. El bocadillo que me compré antes me lo guardo para más adelante.



Subiendo el irregular Col de Cornillon.



A lo lejos puedo ver el rio Le Drach, muy ensanchado en esa zona.



Llegaré en breve a la cima del Col de Cornillon, mientras el cielo no acaba de limpiarse. Pero no me molesta así, mientras no llueva!



En la cima del puerto, muchos ciclistas descansando.



Tengo algo más de subida para coronar el Col Acarias.



El cielo se encapota y yo sigo esta subida que no ofrece apenas ninguna dificultad.



Desde el Col Acarias, buenas vistas de la llanura.



Paso por la población de Mens e inicio la subida al Col St-Sebastien. No estoy solo, aunque estos suben con más calma.



Esta subida ya tiene algún tramo que se agarra más, aunque al ser corta no me hace sufrir en demasía.



Corono este puerto y me voy en busca de las emociones fuertes del dia.



Vistas desde lo alto, justo en el momento de iniciar el tramo quebrado que me acercará a Corps.



Carretera a base de repechos y bajadas.



Pero con unas vistas muy interesantes que amenizan esta zona de transición.



Llego a Cordeac.



Que gusto da rodar por estas carreteras!



El Lac du Sautet pone la imagen refrescante de la etapa.



Un auténtico espectáulo de luz y color el tramo que bordea este lago.





Llego a Corps y voy a subir el puerto más importante de la etapa: el Sanctuaire de N.-D.-de-la-Salette. A poco de empezar paso por este cementerio canadiense, donde impresiona ver todas las tumbas alineadas de las víctimas del accidente aereo ocurrido aquí en 1950.



Unas figuras metálicas adornan la entrada de la capilla del cementerio.



Una vez pasado el pequeño nucleo de St-Julien, empiezo a disfrutar de unas vistas realmente impresionantes.











El Santuario parece que queda escondido por las nubes.



Últimos kilómetros totalmente desprotegidos.





El Santuario de Notre-Dame-de-la-Salette, construido donde, según la leyenda, se apareció la virgen en 1846 a dos niños.



Unas figuras de la virgen y los 2 niños nos recuerdan el origen de la leyenda.



Ultimo vistazo a la zona del santuario, y voy a bajar por el mismo sitio por donde subí.



Pero antes, y aprovechando que abren algo las nubes, una panorámica desde lo más alto.



De nuevo en Corps, me acercaré al inicio de otro de los "famosos" de hoy, el Col du Noyer.



Me despido del Lac du Sautet y me preparo a pasar calor del bueno.



Deberé bajar hasta llegar a nivel del rio Drac, para luego iniciar la dura subida al Col du Noyer.



Cultivos de caña y mucho calor en lo más profundo del valle.



Carretera secundaria para aproximarme a este puertazo.



En Le Noyer, definitivamente empieza la zona más terrible, sin tregua hasta el final, aunque en realidad ya hace mucho rato que estoy subiendo.



Buen asfalto y mucho calor.



Enormes vistas de picos que ya flirtean con los 3.000 metros de altitud.



Curvas de herradura para ir ganando altura con rapidez.



Amplísimos estos valles alpinos. Al fondo el parque nacional des Ecrins.



Kilómetros enteros por encima del 10% de media dan idea de la dureza de este puerto.



En el último kilómetro, la Tête de Tourneau observa mi lento ritmo de subida.



La altitud ganada es importante. Cerca de 1000 metros de diferencia dan lugar a estas vistas.



Llego a la cima, ha costado lo suyo!



Bajaré por la cara oeste, para ir a St-Etienne-en-Devoluy.



Bajada muy rápida por una carretera perfectamente asfaltada.



La Crete des Aiguilles luce así de espléndida ante mi.



Llego a St-Etienne-en-Devoluy.



Mientras subo el Col des Rioupes, imposible no detenerse para disfrutar de esto.



Pese a estar en altitud, el calor sigue pegando fuerte.



Por tanto, otra paradita para relajarme con este paisaje.



Corono Rioupes y tras breve bajada voy a por el último, el Col du Festre.



Subida por zona de prados, muy amena y además, sabiendo que es la última, con muchos ánimos.



Llegando a Festre, esta virgen protege los pastos.



Cima del Col du Festre, con una fuente para ponerse a gusto de agua, lavarse un poco el sudor y dejarse caer sin más complicaciones hasta el final de etapa en Veynes.



Llego a Veynes y pongo rumbo a Die, donde empezaré mañana la etapa.

En lo alto del Col de Grimone, el primero que subí hoy, para para hacerme la cena y comérmela en un sitio de vistas incomparables. Luego, una vez cenado, sigo el viaje y al paso por Glandaje veo una zona de párking, por lo que sin dudarlo decido pasar ahí la noche. Al estar en altitud, hará más fresco y dormiré mejor.

Anochece cuando lo tengo todo a punto para echarme, esta vez dentro del saco. Mañana, última etapa de la primera fase del Tour, antes de irme bastante más hacia el norte.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Contador de visitas