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jueves, 29 de marzo de 2012

Tour del País Cátaro: Puivert, Mirepoix y Montsegur


Me levanto sin el impertinente sonido del despertador. En la última etapa nunca hay despertador. La última etapa siempre es diferente, más corta, menos exigente. Es un homenaje que me hago como premio por haber superado todos los escollos a lo largo de los dias anteriores. Con calma, desayuno mi zumo de frutas, mis magdalenas y los cacaolats. Es la rutina diaria.

En la pequeña plaza del pequeño pueblo de Puivert es donde pasé esta noche.


Salgo de mi hotel de 0 estrellas, saco la bici, le amarro el bocadillo y bien abrigado ya estoy a punto de ponerme en marcha. Los últimos reductos cátaros me esperan!


Empiezo subiendo, como siempre busco al diseñar las etapas. El fresco matinal se combate mejor con algo de esfuerzo, aunque tampoco es que me vaya a exprimir mucho, jeje. El Col de la Babourade es ideal para este inicio.


Pronto se recorta a contraluz el Chateau de Puivert, del que ya hablamos en anterior etapa.


Prosigo la subida de Babourade, dirección Belesta. Los primeros rayos de sol ofrecen bonitas postales de esta zona del Ariege.





Atravesando el Bosque de Belesta, antiguo bosque real de abetos, que sirvió para hacer los mástiles de la flota de Luix XIV.


Las cumbres nevadas ya se dejan ver.


Llego a Belesta, pequeña población de 1.000 habitantes.


No tardo en llegar a la Fontaine intermittente de Fontestorbes, una de las 10 más importantes de Francia. Se presenta como una entrada monumental abierta en su parte inferior, bajo un acantilado, de donde surge en cascadas intermitentes un verdadero rio de 5 metros de anchura. Cada ciclo dura más o menos 1 hora, y el caudal, en esa hora, varía desde los 20 litros/segundo hasta los 1.800 litros/segundo.


Continuemos la etapa, tras visitar ese curioso lugar. Las cumbres del Ariege cada vez más cercanas.


Atravesando Fougax-et-Barrineuf.


Inicio "oficial" del Col de Montsegur, con un enorme cartel informativo.


Una subida sin grandes complicaciones.





En lo alto de esa peña, el Monte Pog, está el Castillo cátaro de Montsegur.


Continuemos con la subida.











Llego al pueblo de Montsegur, a escasos 2 kilómetros de la cima del puerto.


Como consecuencia final de la cruzada contra los cátaros, ordenada por el Papa Inocencio III, la villa defendida por un pequeño castillo y amurallada, situada en la cima del monte Pog, a 2 km de su actual emplazamiento, fue sitiada por Hugo de Arcis y Pedro de Amiel, arzobispo de Narbona los primeros días de mayo de 1243 y tomada después de un largo asedio. Se calcula que podría haber en la pequeña población fortificada unas 500 personas, incluyendo defensores, sus familias y unos 200 creyentes cátaros entre los que se encontraban perfectos y perfectas refugiados. Frente a ellos se disponían al asalto un ejército de entre 6.000 y 10.000 hombres armados dirigidos por Huges de Narcis. El asedio duró cerca de 10 meses.

En la mañana del día 16 de marzo de 1244 una gigantesca hoguera se elevó a los pies del castillo y unas 210 personas, hombres y mujeres, los que se negaron a abjurar del catarismo, fueron quemados en ella. Hoy el lugar es recordado con una lápida ante el Camp des Cremats ('campo de los quemados') que recuerda a los inmolados con el epitafio: «Als catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244».


Con estremecimiento recorro los apenas 2 kms que restan hasta la cima del puerto.





Conseguido!


A contraluz, el Chateau de Montsegur. Es un castillo lleno de misterios desde que se convirtió en fortaleza-santuario del catarismo. Numerosas historias en el transcurso de los siglos lo relacionan con el tesoro de los cátaros, misterios espirituales, cultos solares... Lo que sí parece estar comprobado es que fue construido por la Iglesia cátara, siviendo de refugio para los perseguidos, y que se convirtió en el último refugio de los cátaros hasta el 1244, año en que las fuerzas armadas del papa y la monarquía francesa atacaron el castillo. Sus enemigos lo denominaban la «Sinagoga de Satanás» o el «Vaticano de la Herejía».

Sólo se puede acceder a través de un camino difícil, sinuoso y estrecho, atravesando bosques sombríos.


Descenso rápido del puerto hasta Lavelanet...


... donde se iniciará una cómoda subida hasta el Col de Py. Pasando por Raissac.


Estoy en el Plantaurel, una estrecha y larga cordillera paralela a los Pirineos. No tiene cumbres altas, las que más apenas sobrepasan los 1000 metros, pero tiene muchas cuevas y zonas de escalada.








Coronando el Col de Py.


Cambio de carretera y enseguida encontraré otro puerto, que prácticamente tengo subido.


Aquí lo tenemos, el Col de Charcany al zurrón.


Terreno en bajada hasta Ventenac.


Luego otro pequeño escollo, el Col de Chioulade. Nada complicado, no vamos a sufrir a estas alturas.


Lieurac, en la región de Midi-Pyrenees.


En el corazón del valle del Douctouyre, descendiendo los Monts d'Olmes, me acerco a Dun.


Dun, a los pies del macizo del Plantaurel.


Rectas largas y muy cómodas, mientras voy a buscar una tachuela corta pero empinada.


Subiendo La Coume, el valle queda abajo bien pronto. Aquí ya hay alguna rampa que pica bastante.





Igual que corta fué la subida, lo será la bajada hasta el valle del Hers.


Y de esta guisa llego a Mirepoix, fundada por los fenicios y que fué importante bastida medieval. Llego a la Catedral de Saint-Maurice de Mirepoix, monumento nacional de Francia. Rodeándola, la gran plaza central se encuentra rodeada por porches y soportales de madera tallados con esculturas y entramados, de los siglos XIII al XV. Los travesaños la antigua casa de los cónsules son los mejor conservados, observándose en la madera tallada cabezas de monstruos y humanas.





Es hora del desayuno en ruta, y en esta boulangerie me compro los 3 "pains au chocolate" más enormes que me han servido nunca. Tan grandes serán, que el bocadillo que llevo llegará intacto al final de etapa.


Dejo atrás Mirepoix y tomo dirección sur por terreno levemente en ascenso.


La Francia rural.


Acercándome a las montañas nevadas, aunque no mucho.





Pasando por Leran, imagen refrescante.


Ahora empiezo a ver el Lac de Montbel. Me acercaré más, por supuesto.


El Lac de Montbel, bastante reciente ya que fué construido en 1.985.


Muy cerca del lago, está Chalabre, una bastida medieval del siglo XIII.


Atravesada por el Blau, un afluente del Hers.





En Chalabre se inicia el Col de St-Benoit, última dificultad de este Tour.


Corono St-Benoit y justo en la cima parte una pista forestal que veo con gran alegría que está asfaltada. Me meto, claro!


La pista sube que te sube, y culminará en el Col del Tuquet.


Grandes vistas desde la cima de Tuquet. Ahora, todo será bajada.


En descenso, salgo a la carretera "de verdad" muy cerca del Col de Festes.


Solamente me resta dejarme caer hasta meta.


El Chateau de Puivert me indica que estoy llegando al pueblo.


El cementerio de Puivert, bien guardado por las ruinas del castillo.


Puivert, igual que Chalabre, asomado al mismo rio, al Blau.


Y qué mejor sitio para finalizar el Tour que en el Lac de Puivert. Hay una caseta con aseos, pero, para quitarme el sudor, creo que lo mejor será un buen chapuzón.


Aunque hace fresco, no soy el único que se baña. Incluso tiene playa con arena. No quiero ni imaginarme como se pondrá esto en verano, con el calor que hace por esta zona.


El lago y el castillo de Puivert, la mejor estampa para poner punto final a un Tour del País Cátaro que me ha sorprendido gratamente.





Y esto ha sido todo!
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