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miércoles, 20 de abril de 2011

Brevet 400 kms de Manresa (independiente): DUREZA!!!

Siguiendo con el reto que me he propuesto de ir realizando las brevets clasificatorias de Manresa antes de su fecha "oficial", ayer le tocó el turno a la de 400 kms.

Había gran expectación, pues sobre el papel tenemos delante una brevet completamente novedosa y cargada de dificultad. Los comentarios de la gente brevetera son indicativos de que algo diferente se cuece para esta prueba. Y doy fe que así a sido.

Un recorrido circular de 420 kms y con un desnivel de 6.000 metros hacen que huelgue decir nada más. Cerca de 22 horas me ha costado completar "la criatura", aun lejos de las 27 horas de máximo que tenía.

Este es el perfil de la prueba:



La jornada, a priori, se presume larga, por lo que no dudo en empezar a pedalear muy muy temprano, a una hora indeterminada entre las 4 y las 5 de la madrugada. Aun es de noche cuando paso por Collsuspina, a punto de coronar el alto de La Pullosa.


Pero no tarda en aparecer la primera luz del alba, en el descenso hacia la Plana de Vic. Al fondo, el Montseny.


Un fresco, por no decir frio, amanecer, pero que se soporta mejor en subida. Ya desde Seva empieza el Coll de Revell.


El sol asoma tímidamente y en absoluto proporciona calor, todavía. En los campos, algunos restos de humedad se aferran a la hierba.


Pasando por Viladrau, de pleno ya en el Parque Natural del Montseny.



Una subida bastante cómoda al Coll de Revell, que solamente se complicará en la recta final, un tramo muy corto. Aquí, en la zona que hay justo después de Viladrau, es muy tendido.


Estoy en el Coll de Revell, pero deberé seguir subiendo. La subida parece que ahora se agarra un poco más.


En plena subida a Els Cortals le voy dando la espalda al Montseny y encarando a Les Guilleries.


Una zona preciosa de la subida a Els Cortals.


Cerca del final, paso por esta zona donde se cultivan abetos. Muchos de ellos, por no decir todos, rezando para que nunca llegue la Navidad.


Un poco de bajada para llegar a Sant Hilari Sacalm.


Desde Sant Hilari, larguísimo descenso siguiendo en todo momento el curso de la Riera d´Osor.


Un descenso que, sin ser muy pronunciado, si es excesivamente curveado.


Siempre con la riera como referencia, atravesamos el corazón de Les Guilleries.



Al terminar el largo descenso, en Anglés, llegamos al llano que forma el valle del rio Ter.


Mientras nos acercamos suavemente al Coll d'en Bas, a nuestra izquierda vemos la comarca  natural del Collsacabra.


Este túnel marca la cima del Coll d'en Bas.


Rápido descenso y no tardamos en llegar a Olot. Cogeremos la ronda exterior para no tener que meternos por dentro de la ciudad.


Casi sin darnos cuenta, nos encontramos subiendo el Coll de Caselles, mientras disfrutamos del paisaje volcánico de esta zona.


Pasamos por la Fageda d'en Jordá, un impresionante bosque de hayas que se encuentra sobre la colada de lava que el volcán Croscat arrojó hace 10.000 años.


Abundan los volcanes por aquí, hasta 28 podemos encontrar en la comarca de La Garrotxa, que no son pocos!


Precioso verde, cuesta creer que hace 10.000 años esto era un auténtico infierno.


El pueblo de Mieres nos abre la puerta de salida de este Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa.


Miramos atras y nos alejamos, tras esta breve incursión, de la zona volcánica.


Ahora enfilamos hacia Banyoles, alternando tramos llanos con algún que otro repechón largo.


En Banyoles, no podía irme sin acercarme a la orilla del estanque, alimentado por corrientes subterraneas.


Camino de Besalú, en lo más alto de aquella montaña está el Santuario de la Mare de Deu del Mont, una pedazo subida que hoy, por suerte, no toca hacer.


Besalú, por su gran valor arquitectónico, es Conjunto histórico-artístico nacional.


Rodamos con mucha tranquilidad por la antigua nacional, casi desierta desde que entró en funcionamiento la autovía.


Castellfollit de la Roca, en lo alto del acantilado sobre el Fluviá.



Son las 2 y 10 de la tarde, buena hora para comerse un bocadillo, mientras paso por Castellfollit de la Roca.


Al pasar por Sant Joan les Fonts, si hace calor podemos refrescarnos en esta rotonda, donde continuamente se lanza agua pulverizada. Hoy no lo haré, pues se ha nublado y vete a saber si ya me mojaré luego.


Esta larga recta nos acerca por el camino más corto hacia las montañas del Ripollés. Próximo está el inicio de la subida al Coll de Capsacosta.


Desde media subida, vemos como la carretera general atravesará por debajo la montaña que nosotros deberemos subir.


Desde Capsacosta, mirando al Pirineo que hace frontera con Francia.


Falso llano hasta Sant Pau de Seguries, por una zona de bosque también muy fresca.


Al entrar en esta población, también entro en la comarca del Ripollés.


El siguiente pueblo que me encuentro en el descenso hasta Ripoll es Sant Joan de les Abadesses, donde este puente románico es su imagen más representativa.


Final del descenso en Ripoll. Paso por el pleno centro, por al ayuntamiento.


Y nada más salir de Ripoll, empieza el larguísimo ascenso a La Creueta. Hasta Ribes de Freser el ascenso es suave, sin separarme en ningún momento del rio Freser.






A partir de Ribes empezamos a curvear para ganar altura con unas pendientes siempre muy moderadas. Al paso por Planoles el cielo se torna muy amenazador.


Atras queda ahora Planoles y la subida sigue y sigue...


Más largo que un dia sin pan, suerte que es muy llevadero, aunque con la kilometrada que llevo en las piernas ya no hay cuesta fácil.


Miro atrás y el panorama no es muy halagueño. Me mojaré? Permaneceré seco?


Tanto kilómetros seguidos de subida empiezan a pasar factura. Lo que no me cansé en los 300 me voy a cansar aquí, cagüen.....


Mirando de nuevo atrás, que largo es el jodido!


Alcanzo la cima de la Collada de Tosses. Ahora tendré un poco de descanso, que no descenso, para luego retomar la parte más dura de la subida.


Cojeré el cruce hacia la izquierda para coronar definitivamente la Creueta, que como su nombre bien dice se me está convirtiendo en una pesada cruz con unos buenos 300 kms en las piernas.


El final es lo más duro de todo el puerto, y las nubes me envuelven. Se acerca el anochecer y por aquí no pasa ni el tato.


Vista del último par de kms del puerto, ya corono!


En la cima de La Creueta. No me ha costado ni nada!


Me lanzo en descenso hacia la Pobla de Lillet, donde me espera una gasolinera en la que comprar algo dulce, que es lo que ahora necesito, combustible rápido.


En plena bajada empiezo a ver el pueblo de Castellar de n´Hug.


Me detengo un momento en Castellar de n´Hug, a punto de ser engullido por las nubes que bajan.


Y voy llegando a la Pobla de Lillet, donde me avituallo y me pongo la luminaria para la nohe que se avecina.


A poco que empiezo el Coll de la Batallola, se me hace de noche. Casi mejor, pues esconde unas cuestas durísimas, de largo lo más duro de toda la brevet.

El descenso de Batallola complicado, sin rayas en la carretera y con sólo un frontal hay que bajar con precaución.

A partir de Borredá la carretera mejora mucho y no hay ninguna dificultad en seguir el buen camino. No es terreno fácil, subeybaja sin un palmo de llano, pero teniendo buena visión de la carretera hasta se pueden permitir ciertos "excesos" bajando.

Pasado Perafita me encuentro la carretera en obras. Está prohibido el paso y el asfalto desaparece, además de que hay movimientos de tierras y el antiguo trazado en algún sitio está impracticable. Por tanto, me bajo de la bici y voy haciendo tramos caminando y, cuando la pista mejora, me vuelvo a montar. Debe ser cerca de la medianoche y pinchar ahora no me apetece en absoluto.

Paso por Prats de Llusanés y veo como la gente está dentro de los bares viendo la final de la Copa del Rey. Ahora estoy en terreno completamente conocido y ya no necesito volver a sacar los mapas.

Al ser noche de derby de fútbol, en los pueblos hay más gente iluminada que de costumbre, por lo que tengo que escuchar los comentarios típicos de otras noches. Ver a un tio pedalear a medianoche cargado de bombillas entiendo que no es normal, jeje. Lo más oido es eso de "Indurain, Indurain, Indurain", que, desde luego, suena mejor si te lo dice un grupito de adolescentes que no un borrachuzo de ciudad.

A eso de las 2 de la noche llego a casa, bastante cansado pero contento por el etapón que me he cascado. Ahora, por lo que parece, los organizadores han decidido modificar el trazado quitándole toda la dureza de la parte final... mecachis!
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