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miércoles, 29 de febrero de 2012

Brevet 200 kms del Collsacabra

29 de febrero. Este año nos ha regalado un dia extra, y qué mejor forma de aprovecharlo que realizando una salida de esas que se recuerdan durante mucho tiempo. Un recorrido de unos 200 kilómetros para descubrir esta comarca natural del interior de Cataluña.

Este fué el perfil del recorrido:


Salgo de Tavérnoles a las 7 de la mañana, que es cuando empieza a clarear. Pero la espesa niebla que hay en toda esta zona hace que la luz sea muy escasa. Avanzando casi sin ver nada, me planto en el Parador de Sau, y me dispongo a descubrir la carretera que va hasta Sant Pere de Casserres.

Nada más empezar esta carretera, una enorme valla metálica que cierra el paso, y pone que abren de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Yo me pensaba que al final había un pueblecito o algo parecido, pero viendo eso de la valla, ya me temo lo peor.

Sorteo la valla y y voy subiendo hasta el Collet de Casserres. Al principio es cemento pero luego vuelve el asfalto ya hasta el final. Entonces, llego a un gran párking para autobuses y a otro para coches, y me encuentro con unas taquillas donde te venden entradas. Lógicamente, no hay nadie. Y todos los caminos que salen de ahí, cerrados con unas enormes verjas imposibles de sortear ni siquiera a pie.

Parece ser que eso de Sant Pere de Casserres es un monasterio y si no pagas, ni lo ves. Total, un pufo de carretera, que si lo sé no me meto.


Vuelvo a deshacer el camino y bajando vemos la valla que, al inicio de la carretera, justo al lado del Parador, impide el paso.


Ahora recorreré varios kilómetros por una pista cementada que bordea el Pantano de Sau. La niebla no se va, ni parece que tenga intención de irse a corto plazo.


Que me sale la Dama del Lago.... Ay que cague!!!


Paso por vilanova de Sau como un furtivo, entre la niebla, y subiendo el Coll Samela parece que el sol quiere vencer en su batalla contra la bruma.


Efectivamente! En la cima del puerto, que es este túnel, puedo ver el cielo por fin.


Pero poco dura la alegría en casa del pobre. A la que empiezo a bajar, de nuevo me meto en la densa niebla.


Llego a Vilalleons, y veo la Iglesia de Santa María de Vilalleons, de estilo románico con retablos góticos que fueron destruidos por los franceses en 1654 y restaurados posteriormente.


De aquí, en dura subida, accederé al Santuari de Puig-l'Agulla, construido en el s. XVII, después de la destrucción de la iglesia de Santa María.


Durante esta subida al Santuario tampoco me he librado de la niebla. Bajando, vuelvo a meterme de lleno.


Ante este cementerio, tengo toda la sensación de estar dentro de una película de George A. Romero.


Raquíticos árboles jalonan la carretera, mientras las casas, muy dispersas, empiezan a verse. ¿Señal que la niebla escampa?


Pues si! Subiendo la Collada de Mansa, definitivamente salgo de la niebla para no volver a encontrármela más en el dia de autos.


Desde lo alto de la Collada de Mansa, mirando hacia las Guilleries, frontera con el Collsacabra.


Por la carretera que lleva a Viladrau desciendo, hasta llegar a Mas Vidal, donde enfilo hacia el norte para ir a buscar, nuevamente, el Pantano de Sau.


La Riera Major añade un punto refrescante a esta ya de por sí fresca matinal cicloturista.


Vemos las faraónicas obras de desdoblamiento del Eje Transversal. 158 kilómetros de carretera que van a desdoblar... todo a la vez! Que brutos que somos....


Llegando a Sant Sadurní d'Osormort, parece deshabitado de tan tranquilo.


Vuelvo a coger una pista asfaltada que, a través del corazón de Les Guilleries, me acercará definitivamente al Pantano de Sau.


Pasaré por el Cámping el Pont, que al ser un miércoles de febrero está solitario.


Y a partir del cámping, una encabritada subida que me llevará a culminar l'Apaiador.





Arriba, este altiplano, el Pla de Morgadés. Algunas casas de payés, y mucho ganado paciendo sosegadamente.


Un bajadón y me presento de nuevo en el Pantano de Sau, ahora ya sin niebla.


La presa del Pantano de Sau, sobre el Rio Ter. Al fondo, los Cingles de Tavertet. Cingles vienen a ser acantilados, para entendernos.


Inicio la subida a Rupit y veo por última vez el embalse.


Esta subida a Rupit es una preciosidad. Siempre a la sombra de los Cingles de Tavertet primero y los Cingles de l'Avenc después, y rodeado de campos con ganado.








Tengo a la vista la Iglesia de Sant Joan de Fábregues.


El altiplano del Collsacabra, simplemente espectacular.


Pero la subida sigue, y voy a ver otra joya, el pueblo de Rupit.


Ya asoma entre los árboles esta singular población.


Rupit, situado entre los Cingles d'Aiats y la Garrotxa. Conserva todo su espíritu medieval con sus calles empedradas (para pasar con la bici es una tortura), casas rústicas de los siglos XVI-XVII, su puente colgante de madera y la iglesia barroca de Sant Miquel.


La Riera de Rupit helada, y los patos sobre el hielo, como si tal cosa...


Dejo atrás Rupit y me voy a buscar la carretera que va a Olot, pasando por el Coll de Condreu.


Subiendo a Condreu, el invierno dejó los árboles pelados.


La carretera subiendo y allí al fondo, a la derecha, el siguiente objetivo: el Far.


Aquí coronaré Coll de Condreu y me desvío a la derecha para proseguir la subida hasta el Santuari de la Mare de Deu del Far.


Subida plácida, solamente al final habrá alguna rampa que exiga gran esfuerzo. Estoy en pleno Collsacabra.


Al final, en la zona de bosque, es donde encontraremos las rampas más duras.





Desde lo alto del Santuario, en el mirador, es espectáculo es, sencillamente, brutal. El Pantano de Susqueda, los Cingles de Tavertet, Les Guilleries, el Montseny... todo queda a la vista desde aquí.





Este es el Santuario de hoy en dia, que sustituyó la antigua capilla de la Mare de Deu del Far, conocida desde el siglo XII y destruida por los terremotos en el siglo XV.


Retorno hasta el Coll de Condreu y me lanzo en la bajada hasta la Plana d'en Bas.


Por esa montañota es por donde luego deberé subir, en lo que será el "coco" de la etapa, la subida a Falgars. Pero dejemos eso para luego, ahora hay que seguir bajando.


En la Plana d'en Bas, avanzo rápido para ir a buscar la subida al Area Recreativa de Xenacs.


Al empezar la pista, una barrera bajada. Bién! No habrá tránsito en toda la subida.


Subida bastante cerrada en sus inicios, con pendiente en todo momento muy constante. Serán 5 kms al 7.5%, lo cual no está nada mal.


Vemos parte del trazado y la Plana d'en Bas, punto de inicio de la ascensión.


Carteles informativos nos ilustran sobre los diferentes tipos de bosque que encontramos. En esta ocasión, son hayas.


Ganando altura, adentrándonos en la Serra de Xenacs.


Más adelante, otra barrera!


Excelente punto para otear toda la zona volcánica de la Garrotxa.


Llego al final, al Area Recreativa. Todo cerrado, por supuesto, y yo que ya voy muerto de sed.


Me adentro en el merendero, con la esperanza de que haya alguna fuente, pero no. Lo único que hay, al final, es otro mirador.


Estupendas vistas de Olot, los volcanes y el Pirineo nevado al fondo.


Desciendo, decidio a buscar agua donde sea. Ante la inminente subida a Falgars, algo brutal, me meto en el pueblo de Hostalets d'en Bas. La primera fuente que veo, cortada. La segunda, también. Pero a la tercera fué la vencida, y la fuente que hay delante de la iglesia da un buen caño.


Ya bien saciado, arremeto contra la pista cementada, en lamentable estado, que sube a Falgars. Es una pista privada, con una cadena a ambos lados que impide el paso a vehiculos.


Son 4 kilómetros a casi el 11% de desnivel medio, en una pista de cemento muy deteriorado y cerradísima, sin apenas vistas. Una tortura, vaya!


Por una ventanita puedo asomarme y respirar un poco de Collsacabra.


Llegando arriba, ahora sí, tengo estas excelentes vistas de la Plana d'en Bas, justo al lado contrario de donde la veía en Xenacs.


Último rampote antes de llegar a la cadena que cierra la carretera por arriba.


El Pla de Falgars, y la pista cerrada con esa cadena.


Paso por el pequeño nucleo de Falgars d'en Bas y tras un leve descenso afronto las primeras rampas de otro puerto, el Coll de Pruit. El sonido del rebaño es lo único que rompe el silencio de esta zona elevada del Collsacabra.


Agradable subida al Coll de Pruit, gratos recuerdos me trae, de una quedada que hicimos hace algunos años para ir a descubrir esta zona.


Pedaleando plácidamente por la Serra de Mateus.


Estas casas marcan la proximidad del puerto. Buena carretera por aquí, y se agradece, pues hoy ha sido una etapa de mucho cemento y el cuerpo queda machacado.


Corono ese puerto y en nada salgo a la carretera del Coll de Condreu. Ahora la cogeré en bajada, dirección Vic, aunque la bajada será muy corta. Enseguida cambia su orientación y empezaré a subir el último puerto del dia, el Collet de Rajols.


Abandono esa buena carretera para meterme por otra pista cementada, que me llevará hasta Tavertet por el Collet de Rajols. Tiempo atrás se podía pasar, pero ahora está muy deteriorada.


La última cuesta es terrible y justo me encuentro una hormigonera que baja, pues están poniendo cemento en algún tramo de la pista. no queda más remedio que parar, apartarse y dejar que pase. Y luego, continuar a pie, claro.


Arriba, el Pla Boixer, una llanura donde las vacas son las dueñas.


Vemos como la carretera bordea el acantilado. Estamos en lo alto de los Cingles de l'Avenc.


Lo que antes recorrí por abajo, cuando iba del pantano a Rupit, ahora lo hago en sentido inverso y por lo alto del acantilado.


Impresionantes paredes.





Paso Tavertet, que queda allí arriba en el borde del precipicio, y, como siempre, me he entretenido más de la cuenta durante toda la etapa y me queda poca luz. Tocará correr! Pero justo entonces noto que la rueda delantera está pinchada. Paro para meterle aire a ver si aguanta, pues quedan menos de 20 kms para terminar.


Pero no aguanta. A los 2 kms tengo que parar para cambiar la recámara. Sólo faltaba que tuviera prisa para que me pasara esto. Hago un cambio express y a partir de ahora sí que tendré que apretar de lo lindo para que no se me haga de noche. Estoy llegando a Santa María de Corcó.


Carretera general para ir a buscar Roda de Ter, mientras los últimos rayos de sol dan paso, de nuevo, a un ambiente bastante fresco.


Tras Roda de Ter, ya pillo el desvío hacia Tavérnoles, me quedan unos 3 kilómetros para finalizar este etapón.


Me da tiempo a observar la puesta de sol antes de llegar a Tavérnoles. Finalmente, el apretón de la última hora ha sido positivo y no he pasado apuros con la luz.


De esta manera, doy por terminada esta brevet, que se convierte, hasta el momento, en la salida más dura de este 2.012. No tanto por los kilómetros y el desnivel, como por el mal estado de muchos tramos.
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