Buscar este blog

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ruta alforjera del olvido (III)


Me levanto un poco antes de las 7 de la mañana, abro la puerta de la habitación y, en el pasillo, me encuentro una mesa con todo esto...


Esta gente del albergue son una pasada!!! Aun con la cara de sueño, me pongo a comer a dos carrillos. Como no puedo con todo, lo poco que sobra lo meto en un pequeño zurrón y me lo llevo a cuestas.


Tras descender unos kilómetros por el Valle de Hecho, tuerzo a la izquierda para ir remontando el curso del Rio Osia, dirección Jasa. Tengo a la vista Jasa, y detrás, las montañas de la zona del Somport.


Subiendo el Alto de la Loma de Aisa, la mayor dificultad, con diferencia, del dia.


Justo en la cima, el Refugio Loma de Aisa.


Ahora viene un cómodo descenso hasta la localidad de Aisa, siempre con las montañas nevadas de fondo.


Los primeros y tímidos rayos de sol alegran algo la bajada.


Las aguas del Rio Estarrón, recien salidas de la montaña.


Empezando la casa por el tejado.


La iglesia de Aisa, un pueblo precioso!


Aisa, visto desde un area recreativa que hay en las afueras.


Voy dejando el pueblo atrás, y me alejo de la cordillera Pirenaica.


Al rato, se dibuja ante mi una silueta inconfundible: la Peña Oroel.


Dejo atrás unos pequeñísimos pueblos, mientras me acerco a una localidad mayor, Jaca.


Atravieso Jaca, bordeo la ciudadela, y me voy a subir el Puerto de Oroel.


Pronto tengo una buena panorámica de la villa.


Ya en el descenso, la Peña Oroel se me presenta imponente ante mi.


Una vista lateral de la Peña Oroel, de 1.770 metros de altitud.


Casi llegando a Bernués, me desviaré a la derecha para ir a recorrer la Sierra de la Peña.


Una subida que no ofrece mayores complicaciones.



En este punto, vemos tanto el Pirineo nevado como la Peña Oroel, es magnífico!


Abajo queda el pueblo de Botaya, donde no habré de pasar. Yo sigo cresteando por las alturas.


Una carretera muy amena, en excelente asfalto y sin pendientes duras ni tráfico.


En terreno ya favorable, me acerco al monasterio de San Juan de la Peña.


El Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña, construido en el Llano de San Indalecio, tras el incendio del Monasterio Viejo en 1.675. En sus hornacinas se incluyen tres santos muy vinculados con los monjes que vivieron entre estos muros. En la portada central se representó a San Juan Bautista (patrón de esta comunidad), a la izquierda a San Indalecio (advocación de la pradera en la que se levanta el edificio), y a la derecha a San Benito (fundador de la orden monástica que se profesaba en San Juan de la Peña). Hoy en dia, alberga en su interior una hospedería, con categoría de Hotel de 4 estrellas.



Vista lateral del Monasterio Nuevo.


Empiezo el descenso y no tardo en ver la enorme peña que esconde el Monasterio Viejo.


Bajo la roca, se intuye que hay alguna construcción.



Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, el monasterio más importante de Aragón de la alta Edad Media.

Cuenta la leyenda, que un joven noble de nombre Voto, vino de caza por estos parajes cuando avistó un ciervo. El cazador corrió tras la presa, pero ésta era huidiza y al llegar al monte Pano, se despeñó por el precipicio. Milagrosamente su caballo se posó en tierra suavemente. Sano y salvo en el fondo del barranco, vio una pequeña cueva en la que descubrió una ermita dedicada a San Juan Bautista y, en el interior, halló el cadáver de un ermitaño llamado Juan de Atarés. Impresionado por el descubrimiento, fue a Zaragoza, vendió todos sus bienes y junto a su hermano Félix se retiró a la cueva, e iniciaron una vida eremítica.

Los auténticos orígenes del monasterio se pierden en la oscuridad de los tiempos altomedievales y se le ha supuesto refugio de eremitas, aunque los datos históricos nos conducen a la fundación de un pequeño centro monástico dedicado a San Juan Bautista en el siglo X, del que sobreviven algunos elementos.


Tras la clase de historia, sigo bajando, debo llegar hasta el fondo de todo el valle.



En Santa Cruz de la Seros, una fuente a pie de carretera, parada obligada.


Ahora hay unos 10 kms por la nacional, que es una enorme recta.


Esta larga recta es también Camino de Santiago, aunque hoy no vi ningún peregrino. Supongo que no es época....


Llego a Puente la Reina de Jaca, con este gran puente sobre el Rio Aragón.


La última dificultad del dia es el Alto de Santa Bárbara, desde donde tengo unas estupendas vistas del Pirineo y de los llanos y el valle del Aragón.



La Ermita de Santa Bárbara, justo en la cima del puerto del mismo nombre. También hay un merendero y una fuente, que aprovecho pues el bocadillo de jamón serrano que me he zampado mientras subía da una sed!


Voy ahora siempre en descenso, siguiendo primero el curso del Gabás, luego del Asabón y finalmente del Gállego, aquí en el Embalse de la Peña.


Atravieso el Embalse por este estrechísimo puente de hierro.


Y continúo siguiendo en descenso el curso de un caudaloso Gállego.


No tardo en avistar los imponentes Mallos de Riglos.



Los Mallos de Riglos y el Rio Gállego.


Un panel explicativo de cómo se formó todo eso que vemos.

Los mallos están formados de conglomerados del Mioceno, sedimentos con cantos rodados de tamaño significativo cementados por grava y arena, que tuvieron su origen en los conos de deyección de cauces que vertían hacia la antigua depresión central del Ebro. Estos depósitos aluviales han sido elevados por plegamientos de las capas inferiores y posteriormente erosionados, dando lugar a estas impresionantes paredes.


Cada mallo tiene un nombre propio, inspirados varios de ellos en su forma característica:

el Firé, cuyas cinco puntas reciben los nombres No Importa, Mateo, Buzón, Mallafré y Montolar. Antiguamente era conocido como Mallo de las Diez.
el Pisón
el Puro, antiguamente conocido como "o fuso" -el huso, en aragonés- y tras su primera ascensión se le denominó sin éxito como mallo Francisco Franco
el Castilla (o de los castellanos), por el origen de los primeros escaladores que abrieron vías aquí
los Volaos
el Cuchillo
el Melchor Frechín
la Visera
el mallo del Agua
Los mallos pequeños son Colorado, Chichín, Herrera, Magdalena, Cored, Carilla, Aguja Roja, Gómez Laguna y Capaz.

Estas formaciones rocosas, suponen una de las mejores escuelas de escalada de Europa ya que existen zonas de diferentes niveles de dificultad dado que cada monolito tiene sus peculiaridades. La zona también es propicia para la observación de aves: buitres leonados y quebrantahuesos.


El pequeño pueblo de Riglos se cobija bajo los enormes mallos.


Tras disfrutar de esa zona, prosigo mi camino. Ya solo me queda pasar por Murillo de Gállego, y luego en terreno rompepiernas finalizar la etapa.



A las 3 de la tarde, doy por terminada esta brevet alforjera en Ayerbe. Una brevet con niebla, con frio,... pero que seguro no caerá en el olvido, a pesar de su nombre.

.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ruta alforjera del olvido (II)


Empiezo tal y como acabé ayer, en Sos y de noche. Si ayer bajé el puerto de Sos apurando la última luz del atardecer, hoy lo subiré de noche. Pero antes, una foto con el pueblo de Sos del Rey Católico de fondo.


De momento parece que hoy no hay niebla, pero eso dura poco. Al paso por Castilliscar ya se me echa encima la fastidiosa niebla, y da la impresión de ser un pueblo fantasma.


Ahora recorreré unos cuantos kilómetros por la carretera de servicio del Canal de las Bárdenas.


Totalmente llana esta zona, la niebla y el frio hacen que se me forme una costra de hielo en todo el casco, en las manetas de freno y en la montura de las gafas. Además, escarchados y helados los cubrezapatillas, las puntas de los guantes y los pantalones. No me había pasado nunca esto!


Subiendo el Alto del Pinar, salgo por encima de la niebla y tengo este espectáculo tan impresionante.


Sigo subiendo y, a la vez, alejándome de ese mar de niebla espesísima.


El merendero del Alto del Pinar. Al lado, la Ermita de Santa María la Blanca.


La subida ahora afloja, voy más cresteando, y con unas vistas que dejarian absorto al más insensible.


Atisbo ya el pueblo de Ujué, pueblo que debo bordear.


El pueblo de Ujué, en lo alto de la loma.


Bajo hasta San Martin de Unx y la emprendo con el Alto de Lerga.


Atravieso Lerga, población que da nombre al puerto hace un momento ascendido.


Viene un largo tramo de terreno favorable, mayormente en descenso.


Así hasta llegar a Aibar, donde empezará el Puerto de Olaz. Antes, una paradita a por cocacolas, energía rápida.


Cara sur del Puerto de Olaz.


Y cara norte, por donde bajo yo. A lo lejos, Lumbier, próximo pueblo de la ruta.


Tras cruzar Lumbier, subo el Alto de Iso.


Y hago una parada en el Mirador de la Foz de Arbayun. Merece la pena, no creéis?


Un saludo a la cámara desde este mirador.


Tras bajar Iso, y antes de subir Coronas, atravesaré Navascués. El pueblo a estas horas lo veo muy animado, con bastante gente en la plaza.


Por aquí voy subiendo el Puerto de las Coronas.


En la cima también hay unas mesas para comer, una tabla de orientación,...


Esto es lo que veo desde lo más alto.


Bajo Coronas y llego al pueblo de Burgui.


Tiro hacia el norte, remontando el curso del Rio Esca.


Hasta que, unos 9 kms más arriba, me desvío a la derecha, para pasar del Valle del Roncal al Valle de Ansó, atravesando la Sierra de San Miguel.


Subiendo el Puerto de Puyeta, el más complicado de toda la etapa.


En la parte más alta consigo atrapar los rayos de sol, que me transmiten una imagen de tranquilidad y paz aquí arriba.


Ahora bajaré Puyeta por la cara este, hacia Ansó.


El precioso pueblo de Ansó.


El último obstáculo del dia es el Puerto de Ansó, para pasar del Valle de Ansó al Valle de Hecho. Empieza este paso así de espectacular.


No es tan duro como el paso anterior, aunque todo lo acumulado ya hace mella.


Llegando al final, cada vez veo más cerca las montañas nevadas.


Bajo hasta el valle y atravieso el pueblo de Hecho, de un aspecto muy antiguo todo él.


Y poco más allá llego a Siresa, donde pasaré la noche en el albergue del pueblo.


En el albergue, también estoy solo. Aquí, por 25€ paso la noche y tengo cena y desayuno. Pero ambos con mayúsculas! Regentan el albergue una pareja de rastas, todo amabilidad, y que cocinan de bien... Para cenar, una fuente entera de pasta a la carbonara, y luego unos filetes con pimientos. Un yogurt de postre y antes de las 10 de la noche estoy durmiendo. Hemos quedado que me dejarán el desayuno en una mesita fuera de la habitación, ya que mi idea es partir sobre las 7 de la mañana.


Este es el exterior del albergue de Siresa.


Me duermo enseguida, y descanso del tirón, cosa fácil en un pueblo tan pequeño sin ningún tipo de ruido.

.

Seguidores

Archivo del blog

Contador de visitas