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martes, 23 de octubre de 2012

Travesía por Ordesa: Brecha - Casco - Torre - Marboré - Refugio Góriz


















Da gusto despertarse en un lugar como este. Alejado de cualquier indicio de civilización, en medio de la grandiosidad de estas montañas y en perfecta simbiosis con la naturaleza. El silencio ha sido total durante las más de 10 horas que he estado dentro de la tienda. 

El único "pero", por buscar algo, es que la tienda, al ser de techo simple, condensa, y a poco que la muevas, llueve dentro. Es el precio a pagar por llevar una tienda de apenas 1 kg de peso. Pero no me voy a quejar por eso. Al asomarme y ver lo que veo, me recargo de energía para afrontar la segunda etapa de esta travesía. Una etapa que debería finalizar en la Pradera de Ordesa, donde empecé ayer, pero que se alargó mucho más de lo previsto y por ello decidí volver a plantar la tienda en el Refugio de Góriz.


De salida, y para empezar con emociones fuertes, me encuentro el Paso de los Sarrios. Es una ladera con mucha inclinación, donde hay una pequeña repisa para los pies y una cadena para agarrarse. No es nada complicado, pero si miras hacia abajo y ves la caída que hay seguro que te coges un poco más fuerte a la cadena, jeje.


Paso por esta pequeña faja horizontal que me dejará casi en la cima del Casco, el primer tresmil de la jornada.


Llegando a la cima del Casco de Marboré, medio escondida en la cresta queda la Brecha de Roland, en el centro de la imagen el Taillón, que subí ayer por la tarde. Y al fondo, impresionante el Vignemale, uno de los grandes de los Pirineos, con su glaciar de Ossue.


Casco ( 3.006 m ) conseguido!


En el centro, el Descargador, a su izquierda la Punta Tobacor y detrás el Circo de Cotatuero. El Refugio de Góriz y el Valle de Ordesa quedarían a la izquierda de la foto.


Foto a las grandes cumbres del Macizo: Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond o Pico de Añisclo. Delante de ellas, la Torre de Marboré, el pico al que voy a ir a continuación.


De nuevo el Taillón en primer plano, con los Gabietos detrás. La Brecha de Roland, a la derecha de todo.


Desciendo el Casco y voy a subir a la Torre. Desde aquí puedo ver el empinadísimo corredor que tiene en su parte derecha, nevado. Es por ahí por donde voy a intentar subir.


Justo antes de empezar el corredor, mirada atrás para ver la cima de la que acabo de bajar, el Casco de Marboré.


Inicio de la subida a la Torre de Marboré, con su famoso corredor con nieve.


Tras el corredor, que subo con muchísima precaución pues hay zonas heladas, una corta trepadita me dejará en la cumbre.


Torre de Marboré ( 3.009 m ) también conseguida!


El Casco y detrás el Taillón, en el centro de la imagen. A la derecha se asoma el Vignemale. Grandes vistas en la amplia cima de la Torre.


La increible Gran Cascada de Gavarnie.


Y el Valle de Gavarnie.


Monte Perdido y Soum de Ramond a la izquierda, empezando a cubrirse de nubes y con un fuerte viento que empieza a soplar.


El Casco, la primera cima que hice hoy.


Mi intención ahora era hacer los Picos de la Cascada ( que son estos primeros que se ven delante mio ) y descender hacia el Refugio de Góriz, pero me lié siguiendo unos hitos equivocados y cuando me di cuenta estaba muy abajo.


Creo que por aquí no voy bien para subir ahí arriba...


Me entretengo un rato buscando algún punto débil para atacar el paredón, pero nada. Por tanto, decido dejar los Picos de la Cascada para otra ocasión y seguiré avanzando para ir a subir el Marboré.


En otra ocasión será...


Vamos pues a subir al Marboré! Vemos que hacia el final de la muralla presenta un punto débil, por ahí la voy a subir.


Lo que viene luego es una pendiente fortísima por nieve bastante blanda, lo cual hace muy muy penoso el ascenso.


Tras bastante rato, pues me hundo bastante en cada paso y arrastro el mochilón, me presento en la amplísima cima del Marboré, más grande que un campo de fútbol. El fuerte viento trae la nieve que hay en la cumbre del Cilindro, de bastante más altitud y que está ahí detrás.


El tercero de la jornada y punto más alto de la etapa: el Marboré ( 3.248 m )


El viento hace que tan pronto esté despejado como que se tape completamente.


Valle de Gavarnie.


Y la famosa Escupidera del Monte Perdido.


El descenso es cómodo, aunque es una zona con muchas grietas de gran profundidad, y hay que andar con ojo.


Se terminaron las dificultades! Ahora solamente me queda bajar, ya sin nieve, hasta el Refugio de Góriz.


Paso por algún que otro vivac en las primeras murallas del Monte Perdido.


El Valle de Ordesa, magnífico al atardecer.


La Punta Tobacor y el Refugio de Góriz, al que voy a llegar con la tarde muy avanzada. Mi idea es llegar al coche, pero se me haría de noche antes de llegar a la Cola de Caballo, por lo que...


... decido montar la tienda junto al Refugio de Góriz y pasar aquí esta noche. Mañana ya idearé algún recorrido interesante para llegar hasta la Pradera, donde tengo aparcado el coche.


Aviso en el Refugio de que cenaré en él, ya que hacen las raciones justas, y me entretengo un rato hasta las 19:30, que es la hora de cenar. Al cabo de poco aparecen los dos montañeros toledanos de ayer, que también se han liado bajando de la Brecha de Roland y han dado un rodeo de narices. 

Luego vamos a cenar, somos unos 11 o 12 montañeros y montañeras vascos, franceses y valencianos. La cena es muy animada, comentando las historias del dia y los planes para mañana. Lógicamente, la mayoría irán mañana o han ido hoy al Perdido. La cena la pagas, lógico en un lugar como este, pero sin duda vale la pena, pues ha sido completísima, tres platos y postre.

Antes de las 9 de la noche, ya me despido de la gente y me subo a mi tienda, donde hoy dormiré con unos graditos más de temperatura, pues estoy unos cuantos cientos de metros más bajo que ayer.

Ya durante la cena tuve claro cual sería el camino de vuelta hacia la Pradera. Los valencianos seguirán el mismo camino y hemos estado mirando mapas después de cenar. La tercera etapa promete!

lunes, 22 de octubre de 2012

Travesía por Ordesa: Pradera-Clavijas Cotatuero-Taillon-Brecha de Roland

Primera travesía en solitario que planeo. Mi intención inicial es que sea de 2 dias, pero luego las circunstancias harán que sean 3. Para ello, elijo una zona que ya me conozco en parte, como es Ordesa. 

La primera etapa consiste en salir de la Pradera de Ordesa, subir por las Clavijas de Cotatuero, llegar hasta la Brecha de Roland, subir al Taillón y regresar a la Brecha, para pasar la noche en uno de sus multiples vivacs. Esta primera etapa sí que la pude cumplir según lo planeado, este fué el recorrido:














Salgo de noche de la Pradera, para no ir apurado de tiempo. El primer contratiempo no tarda en llegar. Apenas avanzo unos metros por el sendero que sube a Cotatuero que veo dos luces delante mio. Son dos montañeros de Toledo que también suben a Cotatuero pero están detenidos porque las fortísimas lluvias de este pasado fin de semana han arrancado de cuajo unos árboles enormes y el camino esta imposible.

Hablamos un poco la jugada y barajamos las opciones. Finalmente decidimos intentar pasar, por entre las enormes ramas y los árboles más pequeños que también han sido arrancados por la caida de los grandes. Tardamos una hora en pasar esos pocos metros, pero finalmente lo conseguimos.

Una vez ya con el camino más en condiciones, cruzamos varios torrentes, y es que el agua baja a raudales tras las torrenciales lluvias de estos dias pasados, que tanto daño hicieron en varias poblaciones de Aragón.


La Cascada de Cotatuero tras de mi. Con 200 metros de caida es la más alta del Valle de Ordesa.


El chorro que cae de la montaña en forma de agua pulverizada nos entretiene mientras proseguimos la larga y penosa ascensión hasta las Clavijas.


Primera trepada, fácil, con las imponentes paredes de más de 400 metros que un glaciar esculpió al fondo.


Ataco luego el primer tramo de clavijas, una chimenea de 12 metros en vertical ( como subir a un tercer piso, vaya) mientras mis compañeros se preparan para subirla detrás mio.


Esta es la chimenea en cuestión. La encontramos chorreando agua por todas partes, por lo que fué necesario extremar precauciones y ponerse la capucha para no mojarnos.


Finalizo la chimenea y llego al tramo horizonal, que tiene un cable de acero para poder asegurarse. Los tres vamos con arnés y disipador, por lo que nos aseguramos. Los paredones de enfrente impresionan.


Aquí vemos a los toledanos finalizando la chimenea y acercándose a la zona horizontal de clavijas.


Superando la zona horizontal.


Posando en la parte alta de la Cascada de Cotatuero.


Llegamos a los llanos de La Plana. Tras unas horas de ascenso, un poco de llano sienta muy bien.


Pero no tardamos en reemprender la subida.


Iremos a buscar los Llanos de Millaris, por pedregosa y fatigosa subida entre los picos de Descargador (al norte) y Salarons (al sur).


Me despido de quienes han sido mis compañeros hasta este momento, pues mi etapa es algo más larga que la de ellos y las horas de luz ya no dan para mucho a estas alturas del año. Ascendiendo las gradas rocosas, por primera vez puedo ver la Brecha de Roland. Es un momento mágico.


Tengo por delante los Llanos de Millaris y al final, la larga subida hasta la Brecha, que parece querer jugar al escondite.


Atravieso pués los anegados Llanos de Millaris...


... y me encamino directamente a la Brecha. Con 40 metros de ancho por 100 de alto, tiene una leyenda...


Roland era hijo de la princesa Berta, hermana de Carlomagno y del duque de Angers.

Vivió su infancia en parajes de Italia y Francia, en contacto con la Naturaleza. Pasados los años, se convirtió en uno de los más famosos caballeros de la época, por su destresza, su porte arrogante y su extraordinaria bravura.

Con su tí­o Carlomagno, marchó un dí­a al histórico combate que habí­a de dar lugar a la derrota de Roncesvalles, en la que el emperador, viendo próxima la derrota y su ejército desvencijado, huyó por los montes. Roland, como un cadáver más, quedó allí­, abandonado y herido, sepultado por el cuerpo inerte de su caballo.

Cuando volvió en sí­, y comprendio su precaria situación, se levantó con un sobrehumano esfuerzo apartando a su montura con ayuda de su poderosa espada Durandarte, y apoyándose sobre una roca. Dicen que todavia pueden verse las huellas de sus dedos sobre la piedra, como testimonio de su descomunal fortaleza.

Roland contempló unos momentos el terrible panorama y trató de orientarse para buscar el camino a Francia; pero tuvo que hacerlo con cautela, porque el enemigo estaba al acecho.

Después de dos dí­as y dos noches, de grandes penalidades, trepando y escondiéndose entre los riscos, Roland consiguió llegar hasta el valle de Ordesa.

Una vez allí­, sólo tení­a que trepar por las empinadas montañas que cerraban el valle. Pero el enemigo estaba cerca; ya podí­a escuchar el rumor de las tropas que lo perseguí­an, y notar el aliento de los perros que olfateban su rastro. No obstante al ver que la noche se acercaba, hizo un esfuerzo más y logró llegar ante el último repecho de la montaña.
Cuando ya estaba a punto de lograrlo apareció la jaurí­a de perros que le habí­a estado rastreando. Con su espada Durandarte logró darles muerte sin problemas, pero sus fuerzas se debilitaron aún más. Miró hacia abajo y vio las tropas que con paso rápido ya lo habí­an localizado y se dirigí­an a por él. Comprendió que no podrí­a hacer frente a la tropa que le perseguí­a y realizando un último alarde, lanzó su espada Durandarte al otro lado de la montaña, para hacer llegar un último saludo de despedida de su patria; pero no lo logró y la espada resbaló por la ladera de nuevo hasta sus manos.

Hasta tres veces lo intentó, pero con el mismo resultado. Sabiéndose muerto, con un esfuerzo sobrehumano, Roland lanzó su espada por última vez, con tal violencia que la espada golpeó la montaña y la partió, dejando una brecha abierta. Así­ Roland pudo ver por última vez su paí­s.

Sus perseguidores lo encontraron muerto en este histórico lugar hoy dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y conocido desde entonces como la Brecha de Roland.


Mirando hacia la zona por donde he subido.


Me acerco a la Brecha y empiezo a buscar un sitio donde pasar la noche.


No tardo en encontrarlo. Hay varios vivacs a los pies de la muralla aunque en todos ellos gotea agua... Elijo éste, pues es el más protegido y solamente gotea por un sitio.


Habitación con vistas!


Dejo el material de acampada ( tienda, saco, autohinchable, comida... ) en el vivac y me voy a ir a visitar la Brecha y a subir al Taillon. Una parejita de franceses haciéndose fotos nos muestran la magnitud de la Brecha.


Primer asomo a la parte francesa del Pirineo.


En la Brecha, mirando hacia España.


La francesita posando muerta de frio, y el mozo en pantalón corto...


Otro vivac muy cercano a la Brecha, también bastante protegido pero con más "goteras".


Dejo atrás la Brecha y me voy en busca de El Dedo y la Falsa Brecha.


Aquí están, con el Taillón al fondo medio tapado.


El Circo de Gavarnie, en Francia.


Aguantando a El Dedo.


El camino hacia el Taillón está claro. Cresta ancha y subida por nieve.


El Valle de Gavarnie y las grandes cumbres del macizo.


Abriendo huella en la subida al Taillón.


No me cansaría nunca de disfrutar de estos paisajes.


Cumbre del Taillón (3.144 m).


Nubes muy feas por la zona de los Gabietos.


Disfrutando estos momentos en la cima del Taillón.


Pero no puedo quedarme toda la tarde. Toca descender, siguiendo la huella que hace un momento abrí.


Debo volver a mi vivac y cenar antes de que oscurezca, y a finales de octubre esto sucede pronto.


Último vistazo al impresionante Circo de Gavarnie.


Hasta mañana...


Encontré una "fuente" para repostar... con mucha paciencia, gota a gota... pero la botella se llenó.


... y volví a dirigirme a la Brecha, ahora en completa soledad, pasando por otros vivacs.


La Brecha de Roland, uno de los lugares mágicos del Pirineo.


Ahora ya puedo gritar "yo estuve aquí!!!"


Llego a mi vivac y cae la tarde con rapidez.


Me asomo a la "ventana" para ver como se pone el sol. Ningún ruido, ninguna persona en la distancia. Impresiona tanta grandeza.


Gracias, por esta tarde inolvidable que me hiciste vivir.


Justo en este momento, hacen su aparición los dos montañeros toledanos, vaya sorpresa! Ellos van a pasar la noche al Refugio de Serradets, al otro lado de la Brecha, aunque no muy lejos. Subirán al Taillón mañana por la mañana. Charlamos un poco y se van, a ver si pueden llegar antes de que anochezca. Nos despedimos, aunque mañana volveremos a encontrarnos...


Ceno bien abrigado pero fuera de la tienda, viendo como se oculta el sol. Llegó la hora del merecido descanso. Mañana, habrá más, mucho más. Buenas noches!


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