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viernes, 26 de diciembre de 2014

Ascensión a la Tuca de Posolobino (2.778 m), Castanesa (2.858 m),Tuca de Roques Trencades (2.755 m) y Pico de Estibafreda (2.701 m) en ruta circular desde estación de esquí de Cerler

















Amanece en la estación de esquí de Cerler. Es hora de ponerse en marcha!




Atravesamos las desiertas instalaciones en busca de una pista forestal que sube hasta la Collada de Basibé.




Por dicha pista vamos ganando altura, dejando abajo la base de la estación de esquí.




La pista está nevada pero de momento podemos subir sin los crampones. Al final se intuye la Collada de Basibé.




Por detrás el Pico Cerler se levanta sobre la base de la estación invernal.




Mientras ascendemos por la pista, vemos por nuestra izquierda el primer objetivo: la Tuca de Posolobino.




Subiendo por la pista con el Pico Cerler detrás.




Iremos casi todo el rato por debajo de esta linea de remontadores, que suben hasta las inmediaciones del Collado de Basibé.




Seguimos para arriba, acercándonos al collado. Nieve abundante en esta vertiente Norte.




El sol empieza a calentar la cima de la Tuca de Posolobino.




Llegamos al Collado de Basibé y desaparece la nieve. Vemos como las laderas orientadas al Sur están muy peladas.




Del collado sale un sendero que sube hasta la cima. Por aquí abajo, sin nieve, se sigue sin problemas.




Por detrás, la Tuca de Basibé. Se observa la pista por donde hemos subido, flanqueando la montaña hasta el collado.




Subimos con la Tuca de Basibé por detrás.




Progresaremos por el lomo de la izquierda para ir a buscar la cresta de la montaña.




Pasamos por estos llanos antes de meternos en la parte más exigente de la subida.




Estamos en este lomo, buscando zonas más escarpadas que ya se aprecian aquí delante.




El lomo se volverá rocoso a partir de ahora.




Hacia el Norte vemos los tres Eristes por la izquierda y luego el Posets. Abajo Benasque.




Panorámica hacia el Norte, desde el Cotiella hasta el macizo del Posets. Abajo queda la estación de Cerler.




El lomo se ha convertido en una cresta rocosa, que se pasa con precaución pero sin dificultad.




Ahora un tramo de arista nevado.




El Pico Cerler, en el centro de la imagen, flanqueado al fondo por el macizo del Cotiella y por la zona Eristes-Posets.




Ahora encaramos esta pala de pendiente notable.




Hacia el Oeste tenemos la zona del Basibé y Gallinero.




Esta inclinada pala nos dejará en la cresta final.




Alternamos tramos nevados con zona de roca.




Es el tramo más inclinado de toda la ruta de hoy.




Buscamos las zonas nevadas para progresar mejor con los crampones. Por detrás vemos el Gallinero, Cotiella, Pico Cerler y macizo del Posets.




La pala Oeste del Posolobino.




Gran panorámica hacia el Oeste. En el centro está la Collada de Basibé, hacia la izquierda baja el Valle de Basibé y hacia la derecha a Cerler.




Salimos a un lomo al terminar la pala.




Ahora hay que avanzar por el lomo que se irá estrechando para llegar a la cima del Posolobino.




Flanqueamos ligeramente por la izquierda según subimos para evitar una zona más rocosa.




Tramo final de cresta hasta la cima del Posolobino. Lo superaremos por la izquierda.




Tuca de Posolobino (2.778 m).




Celebrando su pico número 50 en lo que llevamos de año.




Desde esta cima, avanzaremos en dirección Norte por lo alto del cordal en busca de la cima del Castanesa.




La nieve aguanta durita así que se progresa muy bien.




La amplia pala Oeste del Castanesa.




Encontramos ahora una zona más llana mientras observamos cada vez más cerca nuestro objetivo.




Nos hemos alejado del Posolobino, que vemos en el centro de la foto, así como la zona recorrida hasta el momento.




Zoom al macizo del Cotiella. Por delante, medio camuflada, la Sierra de Chía.




El Turbón.




Macizo del Posets.




Macizo del Monte Perdido.




Seguimos por lo alto de la sierra con el Castanesa ya muy cerca.




Últimos metros de subida para alcanzar la cima.




El Castanesa se levanta con fuerza sobre el valle del mismo nombre.




Castanesa (2.858 m).




Preciosa cima, con el macizo de la Maladeta detrás.




Vallibierna.




Aneto y Tempestades, medio escondidos tras las nubes.




Hacia el Norte los macizos del Cotiella y Eristes-Posets, y abajo el Valle de Benasque.




Seguimos hacia el Norte, siempre por lo alto de la Sierra Negra. Primero en ligero descenso...




... sin dejar de observar los 3 Eristes y el Monte Perdido al fondo.




Inicialmente suave descenso en busca del Collado de Castanesa.




La nieve sigue algo dura, ha sido un acierto no cargar con las raquetas porque con los crampones se va bastante bien.




Vista atrás para observar el Castanesa, de donde venimos. Se aprecia lo fácil de este descenso.




Encontramos alguna zona algo más inclinada pero nunca con dificultades.




Esta arista nevada que acabamos de bajar rompe un poco la monotonía y le da un poco de aliciente al descenso.




Estamos llegando al Collado de Castanesa. Luego, muy cerca, alcanzaremos la Tuca de Roques Trencades. Detrás tenemos el Aneto-Tempestades-Russell y, por la derecha, el Vallibierna.




Erik llegando al Collado de Castanesa. Al fondo amenazan el Aneto y el Tempestades, dos picos a los que les tenemos muchas ganas ambos.




Una vez en el collado de Castanesa, una breve subida nos depositará en la cima del Roques Trencades.




Muy atrás hemos dejado ya la cima del Castanesa.




Hacia el Este continúa la Sierra Negra, flanqueada al fondo por el Aneto y el Vallibierna.




Aneto, Brecha de Tempestades y Pico Tempestades.




Tuca de Roques Trencades (2.755 m).




Ahora posando con el Castanesa por detrás.




La caída que hay hacia el fondo del Valle de Vallibierna, por el Norte. Detrás la zona de la Maladeta, Maldito y Aneto tapadas las cumbres por las nubes.




Tenemos ahora otro descenso hacia el Cuello Gordo.




Estamos gozando de un día estupendo, con vistas hacia todas las montañas de la zona.




Nos acercamos al Cuello Gordo.




Por nuestra izquierda desciende el Barranco del Ubago. El Castanesa es el gran dominador de la zona mientras por el centro de la foto sobresale el Gallinero.




Descenso hacia Cuello Gordo.




Una vez en Cuello Gordo, otra breve subida para llegar a la cima del Estibafreda.




Por nuestra derecha disfrutaremos de estas vistas sobre el Aneto y el Vallibierna.




Pico de Estibafreda (2.701 m).




Vista atrás, para observar el Roques Trencades y el Castanesa. Vemos todo el cordal por donde hemos venido.




Pico Gallinero.




Cotiella.




Observando al Posets, donde subimos este otoño.




Vallibierna y Tuca de Culebras.




Los Russell.




Coronas, tapado por la nube, y Aneto.




Iniciaremos el descenso del Estibafreda por estos amplios campos nevados, en busca de una pala que nos permita descender a los llanos inferiores.




Descenso buscando el mejor lugar para alcanzar esos llanos de abajo.




Esas nubes de viento empiezan a hacerse compactas sobre el macizo de la Maladeta.




Llegamos a una pala por la que vemos seguro el descenso.




Bajando la pala.




Llegamos a los llanos. Por detrás la pala que hemos bajado.




Atravesamos los llanos en busca de la siguiente zona de descenso, intuyendo que pronto escaseará la nieve.




En efecto, mientras bajamos por este lomo hacia la Pleta de Ardonés la nieve va desapareciendo.




El lomo por donde bajamos hacia la Pleta de Ardonés.




Buscando las zonas nevadas pues seguimos con los crampones.




Estas laderas Sur se ven muy peladas.




Ahora podemos ver abajo la Cabaña de Ardonés, un refugio libre.




Se nos termina la nieve!




Curioseamos un poco en el interior de la Cabaña de Ardonés...




... y volvemos a cerrar bien la puerta al salir.




Junto a la Cabaña de Ardonés pasa una pista forestal, que iremos siguiendo hasta salir a la carretera asfaltada que sube del pueblo de Cerler a la estación de esquí.




Alejándonos por la pista de la Cabaña de Ardonés.




A la vista el fondo del Valle de Benasque.




Muy bien por la pista mientras vamos por zona donde toca el sol...




... pero al llegar a la zona de sombra encontramos nieve helada, debiendo extremar las precauciones para evitar un inoportuno resbalón.




La pista se mete definitivamente en zona de sombra.




Vemos la pista por la que estamos bajando.









Las Tucas d'Ixeia.




Valle de Benasque.




Las sombras avanzan rápido sobre el Valle de Benasque.




La pista nos deja en la carretera, y un kilómetro más arriba llegamos al aparcamiento de la estación de esquí de Cerler, dando por concluida la ruta.




Esto es todo por hoy. Hasta pronto!

1 comentario:

  1. conozco Cerler y alrededores
    una ruta preciosa y fantásticas fotos
    saludos

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