Buscar este blog

viernes, 6 de mayo de 2011

BIGicleta, carretera y manta: gorges y causses


Pongo el despertador a las 4.15 de la mañana. Tengo comprobado que, desde que suena hasta que estoy a punto para ponerme en marcha, con la habitación de mi hotel recogida y en orden, pasan entre 15 y 20 minutos. Hay apenas una hora de viaje hasta Nant, y lo aprovecho para ir desayunando: zumo de frutas, pastas siempre con algo de chocolate (galletas, croissants, napolitanas,...) y cacaolat. Mucha azucar para tener combustible!

Llego a Nant, aparco el coche en algún sitio siempre céntrico, nunca en lugares apartados o solitarios, y me preparo para empezar. Son las 6 de la mañana, pero como estoy bastante más al este que donde yo vivo, a esta hora aquí ya es de dia.

El primer pueblo que me encuentro es St-Jean-du-Bruel, sobre el rio Dourbie.



Para ir a Dourbies, tengo 2 opciones, la que pasa por arriba o la que va más cercana al rio. Elijo la segunda, y no me defrauda.



No por ser la opción "de abajo" deja de tener subidas. Ahora que he subido un poco tengo buenas vistas de las Gorges de la Dourbie.



Cruzando el bosque de la Croix de la Guerite.



El pueblo de Dourbies, alzándose en la colina sobre el rio del mismo nombre en esta mañana muy ventosa.



Prosigo mi ascensión, los primeros 50 kms de etapa son siempre cuesta arriba.



A medida que subo, el rio Dourbie se hace cada vez más pequeñito. Estoy dentro del Parc National des Cevennes.



Este melenudo y rubio alforjero creo que busca el mismo objetivo que yo, el Mont Aigoual.



Es una ascensión muy llevadera, de no ser por el viento que castiga tremendamente.



Al paso por L´Esperou, esta iglesia presbiteriana pone un toque solemne a la mañana.



En los últimos 5 kms de subida entro ahora, y desde el mirador de la Sereyrede tengo estas vistas apabullantes.



El tramo final de subida al Mont Aigoual, sigue siendo fácil y si los árboles te protegen del viento mucho mejor.



Una subida con mucho encanto.



Tremendo el espectáculo del que gozo en los 2 kilómetros finales, estremecedor.



Tengo la cima a la vista, pero es terreno abierto y el viento se vuelve peligroso.



Al girar la montaña, tengo las vistas hacia el norte, igualmente impactantes.



Y tirando de pericia para que el viento no me tumbe, consigo alcanzar la cima, esto es el observatorio meteorológico del Mont Aigoual. Se termino de construir en 1.894 y sus datos extremos son realmente para temblar: temperatura mínima -28ºC, viento máximo 360 km/h, velocidad media del viento 170 km/h, lluvia máxima en 24 horas 607 mm. A pesar de estos datos tan terribles, es la única estación de montaña de Francia que permanece habitada todo el año.



Desde el mirador de la cima, y con cuidado de que el viento no me tire, una imagen desgarradora del clima tan extremo que se sufre aquí.



Sin más, emprendo la bajada buscando cobijo del bosque, el Foret de l´Aigoual.



Que diferencia, que a gusto se está aquí abajo! Esto es Camprieu, y me junto con un grupo de niños y sus monitores que hacen una rutita en MTB.



De camino a les Gorges de Trevezel, me llama la atención este pueblecillo, tan pequeño y perdido en los enormes montes.



Llegando a les Gorges de Trevezel, otro desfiladero de los muchos que veré hoy.



Las enormes paredes de roca me protegen del viento en este descenso, buscando el pueblo de Treves donde quiero coger algo de comida y agua.



En Treves, no tardo en encontrar la fuente.



Luego en una tienda me clavan 2€ por cada lata de cocacola. Una de 2, o son los únicos que venden cocacolas ahí o me ven cara de pringao... o ambas cosas! Mira que me voy a la gendarmerie!



Durísima subida a la salida del pueblo, buscando la Causse Noir (meseta negra, creo).



Rocas con formas caprichosas amenizan la ascensión, dura subida que hace que las cocacolas me duren un suspiro.



En plena Causse Noir, llego a Lanejols.



Viene ahora un cómodo descenso hasta Meyrueis, donde me espera el rio Jonte.



Meyrueis, precioso pueblo y bastante turístico.



Como en todos los pueblos, monumentos conmemorando a los caidos por la patria. Al lado hay una fuente que me viene como anillo al dedo.



A nivel del rio Jonte, me dispongo a recorrer unos cuantos kilómetros por las Gorges de la Jonte.



Otra zona muy visual, con estas enormes paredes.



Unas gargantas extremadamente salvajes y muy poco habitadas. Abundan los buitres.



La Arcade des Bergers, en lo más alto.



Les Douzes, pequeño signo de presencia humana en estas Gorges.



Voy acercándome a Le Truel, donde empezará la subida más bestia del dia.



Al llegar a Le Truel, ya me preparo para lo peor.



Un caminito asfaltado, sin ningún tipo de nombre ni numeración, que me subirá a lo bruto a la Cause Mejean, donde está el Montbuisson.



Solemnes pedruscos, llamados Arcs de St-Pierre.



Cuando me doy cuenta, ya estoy así de alto.



Muy pocos kilómetros para ascender a lo alto de la Causse Mejean. Vemos claramente el trazado del gran cañón que son las Gorges du Tarn. En breve las recorreré por abajo.



Pero antes tengo que atravesar esta meseta, sabiendo que el descenso está cercano.



St-Pierre-des-Tripiers, en plena Causse Mejean.



La Bourgarie, pequeños nucleos en una zona donde no debe ser nada cómoda la vida.



Corono Rieisse, el segundo y último BIG de hoy (el primero, lógicamente, fué el Aigoual) y me voy a por el Col de Coperlac, antes de bajar al Tarn.



La cima del Col de Coperlac, viene ahora una bajada espectacular.



La carretera se revira para ir a buscar el fondo del cañón.



Estupenda vista del Circo de St Chely. Ya veo el rio Tarn.



Esta será la carretera que estoy a punto de transitar, al lado siempre del rio.



Pero antes, debo bajar hasta Ste-Enimie.



Ste-Enimie, con su playa a orillas del Tarn.



Y empieza ahora un recorrido de 35 kms por las Gorges du Tarn. 35 kms donde vale más no guardarse la cámara de fotos en el bolsillo, porque cada imagen merece un disparo.







St-Chely-du-Tarn y el Cirque de Pougnadoires.











El Chateau de la Caze.





Hauterives, un pueblecito en la otra orilla del Tarn, sin ningúna carretera ni camino de acceso. La única forma de llegar es mediante una cesta colgada sobre el Tarn por un cable de acero.



Imagen de la polea y el cable. A pie de carretera hay un portero automático con un solo timbre. Si llamas, supongo que te envían la cesta, que permanece siempre en la otra orilla, y te permiten el acceso.



Sigo mi recorrido por las Gorges du Tarn. Paso por La Malene, un pueblo turístico, y sigo mi camino.



Les Detroits, un desfiladero bastante profundo.







Paredes del Cirque des Baumes.



Ahora se abre un poco el valle, justo cuando llego a Les Vignes. Estoy en el Pas de Souci.



Dejo atrás Les Vignes y sigo por el desfiladero.



La Sabliere, otro pueblecillo al que se accede por cable teleférico.



Una tarde genial para rodar tanto rato junto al agua.



Llego a Le Rozier y abandonaré el Tarn, debo elevarme de nuevo a la Causse Noir.



En el inicio de la subida paso por Peyreleau. Con sus 70 habitantes, es la segunda capital de municipio menos poblada de Francia. Destaca al fondo la Torre del Reloj.



Subiendo la Causse Noir, el rio Tarn pronto lo veo lejano.



En la meseta, caballos campando a sus anchas.



Pista estrechísima, presidida siempre por esas curiosas formaciones rocosas.





Vuelvo a bajar la meseta y me reencuentro con el rio Dourbie en La-Roque-ste-Marguerite.



Hasta Nant, final de etapa, debo ir remontando el rio Dourbie.



Una tarde estupenda, me da lástima que se acabe.



La Dourbie en una refrescante imagen.



Pequeñísimos pueblos emergen de las laderas de la montaña.



Y curiosas piedras se confunden con los árboles.



Parece mentira que ahí arriba pueda haber un pueblo. Pero sí, es el pueblo de Revens.



Sigo atravesando el Canyon de la Dourbie, no tan cerrado como antes en el Tarn, y me acerco al final.



Llego a Nant más o menos 12 horas después de haber empezado, aquí en pleno centro es donde tengo el coche.



Como el dia anterior, me cambio, me quito un poco el sudor y me pongo en marcha rumbo al próximo destino, hoy siempre conduciendo hacia el norte.

Haré la misma jugada, conducir hasta una hora antes de llegar y buscar sitio para dormir. Esta noche, volverá a ser un area de servicio de la A75, pero esta vez mucho más grande y concurrida.

Mañana me espera una etapa demoledora!



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Contador de visitas