Esta noche la he pasado genial en Vars, al estar en altitud hacía bastante fresco (frio) y bien tapado dentro del saco se estaba de maravilla. He tenido un cortísimo traslado de buena mañana hasta Guillestre donde, al amanecer, y con el cielo muy tapado, emprendo esta sexta etapa.
Pronto ya entro en las Gorges du Guil, con algún tunel en roca viva muy espectacular. Lástima que al haber tan poca luz la foto no sale demasiado bien.
Al rato, paso por el Col de l´Ange Gardien, donde hay un monumento con los nombres de muchísimas personas y la figura de un angel muy intimidador.
Llego a Chateau Queyras, con el castillo presidiendo el pueblo en lo alto de la loma.
Dejo atrás luego Ville Vieille, y empiezo la subida al Col Agnel.
Esta curiosísima roca tiene nombre: la Demoiselle Coifee. Es una chimenea de hadas, se forma cuando la erosión diferencial deja una roca más dura sobre un sustrato más blando y erosionable.
Paso por Pierre Grosse, con esta curiosa iglesia.
Y veo el pueblo de St Veran que se queda en el valle mientras yo voy ganando altura.
Llego a Fontgillarde, el último pueblecillo que encontraré en esta subida
Me encantó esta subida!
Una roca llena de placas recordatorias.
La carretera serpentea de momento siguiendo el curso de l´Aigue Agnelle.
Las marmotas campan a sus anchas, las ves en cualquier sitio.
Ya abandonamos el curso del riachuelo y empezamos a trepar por la ladera.
Arriba se divisa ya la cima!
Dejo atrás el refugio...
... y me preparo a disfrutar de un paisaje de lo más impresionante.
Este es el lado italiano del puerto, por aquí no bajaré, volveré sobre mis pasos.
Lado francés.
Y la linea divisoria de ambos.
Bajando, en fuentes así de bellas es imposible no parar a llenar el bidón. Madera y flores.
De nuevo paso por Chateau Queyras, que ahora con sol se nos muestra más majestuoso que antes.
Y vamos a por el Izoard! Paso por Arvieux y me acerco a Brunissard en durísimas rectas.
Pronto me meto por la montaña y ese tramo rectilíneo ya queda bastante abajo.
Subida en perfecto estado, como prácticamente todas en los Alpes.
Y llego al momento más esperado del puerto: la Casse Deserte.
Impresiona tanta grandiosidad...
Además permite disfrutarlo, pues es en ligero descenso, un buen descanso después de tanto tute.
Pronto se acaban los miramientos y la carretera vuelve a mirar hacia arriba, ya hasta el final.
Precioso puerto también este Izoard, vaya 2 perlas que me han tocado hoy.
Últimos metros antes de la cima.
Y corono, Col d´Izoard.
Ahora bajaré por la vertiente norte.
Un descenso que nos ofrece panorámicas así de bellas.
El paso por Cervieres supone una disminución de la pendiente.
Y así, al rato, llego a Briançon.
Me voy ahora a subir al Mont Pelvoux, que es justo donde esta cayendo tanta agua....
Tras pasar varios pueblos muy llenos de gente, el Monte sigue sin despejarse.
La subida en sí es preciosa, todo hay que decirlo.
Aquí tengo sol pero un poco más adelante veo como llueve.
Paso este puente sobre el Torrent d´Ailefroide.
Y dejo atrás Ailefroide, último nucleo y donde la carretera ya se vuelve rugosa y botosa.
La carretera ahora se endereza con más rabia, y la lluvia es inminente.
Aquí ya empiezo a mojarme, y como no quiero llegar mojado al coche hoy decido dar media vuelta, dando el Pelvoux por visto y conocido.
El Torrente, a su paso por Ailefroide.
Y el pueblo de Vallouise, ya de bajada, bien engalanado pues están en fiestas.
Luego, tras bastantes kms por una nacional muy desagradable y tras caerme otro buén chaparrón, llego por fin a Guillestre, dando por concluida esta etapa.
Ahora tengo un traslado considerable, pero al ser por nacional será cómodo. Iré a dormir a Villar d´Arene, pasado el Lautaret, un sitio ideal y donde dormiré 2 noches, ya que al lado del párking hay aseos públicos muy apañados.
Hace tanto frio que cocino la cena dentro del coche, cualquiera sale fuera! Está lloviznando y por la noche nevará levemente. Para dormir, genial! Para salir fuera, chugo, jejeje.
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Yo, con el Izoard, debo ser raro. No me llama tanto ese tipo de paisaje árido. El Agnel otro pepino guapo. Aunque yo no lo tengo. El que tengo es el Agnello, jejeje
ResponderEliminarEstoy seguro de que cuanto más al norte estás yendo más te está gustando todo, ¿a qué sí?, jejeje
Yo tengo el Agnel, y espero tener el Agnello algún dia, jeje.
ResponderEliminarLa verdad que estoy disfrutando desde el primer dia, pero poco a poco me voy acercando al Mont Blanc y ya pica el gusanillo.