Buscar este blog

lunes, 18 de abril de 2011

Caminando entre volcanes y hayedos

Este fin de semana, los dos chicos de la familia nos lo vamos a pasar por la zona del Ripollés - Garrotxa. Hoy haremos una excursión por la zona volcánica que rodea Olot y mañana recorreremos en bicicleta la Ruta del Ferro desde Sant Joan de les Abadesses.

Empezamos la caminata en el parking que hay en la zona de Can Serra.


Nada más empezar, y justo cuando entramos en la Fageda d´en Jordá, nos encontramos este monolito en honor del poeta Joan Maragall.


No tardamos en sumergirnos en un espectacular bosque, la Fageda d´en Jordá. Este gran bosque de hayas  resulta excepcional por crecer en una llanura a sólo 550 m de altitud. Esto es posible por la elevada humedad de la zona y la gran capacidad de drenaje de la roca volcánica.


Como vemos, todas las rocas que hay por esta zona son de origen volcánico. El campo de lava ocupa una gran parte de la llanura de Olot, unos 25 km cuadrados.


Disfrutando del fresco que hace aquí dentro.


Este bosque se asienta sobre una colada de lava del volcán Croscat, la cual ofrece un relieve accidentado, con numerosas prominencias muy características que pueden llegar a los 20 metros de altura y se llaman "tossols".


En todo momento el sendero está bien marcado, es imposible perderse.


Llegamos a la cooperativa "la fageda", donde se elaboran productos lacteos y que da trabajo a personas discapacitadas de la zona.


Solo por ir a informarnos, nos obsequian con un yogurt a cada uno, que saboreamos en unas mesas que tienen preparadas para los visitantes. Luego, compraremos algún yogurt más para ir avituallándonos durante la ruta.


Saliendo de la cooperativa, el sendero se endereza y toca salvar la subida más fuerte de toda la ruta.


Como no hay prisa, nos vamos tomando los descansos oportunos.

Un descanso al llegar a Sant Miquel Sacot, donde, aparte de esta iglesia románica del s.XI hay también una casa de colonias. Aquí nos comeremos unas galletas que llevamos.


Preciosas vistas del Pla Sacot, esta llanura que aparece entre volcanes.


Disfrutando del paisaje.


Este monolito nos indica que estamos en el buen camino.


Vamos dejando atrás Sant Miquel Sacot y vamos a subir hasta la cima del volcán de Santa Margarida, y luego entraremos en su cono.


Una subida preciosa, por camino ancho y sin excesiva pendiente, siempre bajo la sombra de las hayas. Este volcán entró en erupción hace unos 11.000 años, y tiene un perímetro de cráter de 2 kms.


Una vez alcanzada la cima, descendemos a la llanura que se formó dentro del cráter.


En el centro del cráter, la ermita de Santa Margarida, de origen románico. Hoy hay mucha gente por aquí, y nosotros hacemos un descanso para comernos algún yogurt y más galletitas.


Vemos la ermita justo en el centro del cráter del volcán.


Proseguimos nuestro camino y bajando del volcán nos llama la atención este enorme árbol.


Caminando un rato más, llegamos al volcán de Croscat. Es el volcán más grande de la Península ibérica con 160 metros de altura de cono y 20 km cuadrados. Además, es el más joven, la última erupción fué hace unos 11.000 años.

Este volcán, estuvo durante 25 años dedicado a la explotación de greda, para la producción de ladrillos y pistas de tenis, luego el ayuntamiento consiguió detener la explotación. Aquí vemos con detalle las "grederas". También se caracteriza por tener el cráter en una de sus vertientes.

Posando con un bonito fondo ocre y verde primaveral.


Grupos de gente disfrutando de esta zona tan pintoresca.


Tras comernos los yogurts que nos quedaban, antes que se calienten, aprovechamos para hacer una foto de familia. Que guapos que somos!

Y de regreso al aparcamiento, aun volveremos a entrar un ratito en el bosque de hayas.


En el merendero que hay en el area de Can Serra, donde hemos dejado el coche, nos comemos los bocatas que nos hemos traido.


Luego, nos vamos en coche hasta Sant Joan de les Abadesses, donde tenemos rervada plaza en el albergue "Ruta del Ferro".
Estamos de suerte y nos dan una habitación para nosotros 2 solos. Tras aposentarnos, salimos a dar una vuelta por el pueblo y a jugar un rato a pelota en el campo de fútbol que hay al lado del albergue.
A las 20.30 es hora de cenar, menú único: ensalada, puré de calabacín con pan frito, 2 trozos de carne de la zona y un yogurt. Que rico todo!!!
Luego, un ratito de tertulia y pronto a dormir, pues mañana toca pedalear.

Tras el desayuno, muy completo y variado, nos ponemos en marcha. Subimos primero hasta Ogassa, el tramo más difícil pues todo es subida. En el pueblo, cogemos agua porque el desayuno, con embutido y todo, nos ha dejado sedientos.

Tras llenar los bidones, nos preparamos para una bajada donde alcanzamos los 50 km/h.


Pasamos de nuevo junto al albergue, y nos vamos hacia Ripoll.


Largas rectas en suavísimo descenso nos hacen disfrutar mucho de esta Via Verde.


Pasamos bajo la carretera sin ningún peligro.


A tope!!!


Los animales comen tranquilamente ajenos a nuestro paso.


Llega el túnel, cortito y sin hacer falta iluminación.


Los últimos kilómetros ya son en zona urbana, al lado de la carretera.


Al llegar a Ripoll, media vuelta y ahora toca volver al albergue, en fácil subida.


Y aquí, a las puertas del albergue donde pasamos la noche, termina este fin de semana donde hemos podido disfrutar de la naturaleza al máximo.


Hasta la próxima!
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Contador de visitas