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lunes, 21 de noviembre de 2011

Alpes Marítimos: primera etapa


Me levanto que aun falta bastante para que amanezca. Con el frontal, y bien abrigado por el saco de dormir, desayuno mi zumo de naranja, unas pastas de chocolate (bollería, grasa mala, puag...) y unos cacaolats para ayudar que todo se ponga bien.

Luego me voy vistiendo, despacito porque la ropa está helada. Una vez estoy listo, salgo del coche temeroso por la lluvia. Pero no, no llueve, aunque el suelo está mojado. Tampoco se ven las estrellas, cosa que indica la presencia de nubes.

Amarro un bocadillo a la bici, pongo el cuentakilómetros en marcha y con la luz de mi frontal, doy inicio a la etapa. Para empezar, subida al Col de Turini.


La primera luz que me permite hacer fotos en modo diurno llega cuando alcanzo la cima de Turini. En estas casas es.


Pero mi subida no termina aquí. Voy a seguir subiendo, hasta la cima del Authion, a casi 1.900 metros de altitud.


Voy subiendo por este Macizo del Authion.



Mirando atrás, puedo ver las casas del Col de Turini.


El tanque que protegía este fuerte está muy maltrecho, el pobre. Esta era una posición estratégica muy importante para la defensa del condado de Niza.





Una zona muy desangelada, a gran altitud y con apenas vegetación.


Los picos cercano, de casi 3.000 metros, en pleno Parque del Mercantour.


Voy a continuar esta subida, que está próxima a su fin.





Llego a la cima de l'Authion. Arriba, el Fort de la Forca, situado a 2.078 metros de altitud.


Comienzo el descenso por una carretera diferente a la que subí, pues es un bucle en el que obligatoriamente hay que subir por una y bajar por la otra.


Tremendas batallas se libraron aquí a mediados del siglo pasado.








Un monumento conmemorativo donde se juntan las 2 carreteras y se cierra el bucle.


Ahora toca bajar Turini por la vertiente oeste, la de Lantosque. Una de las imágenes más características de este puerto la podemos ver aquí.


Grandes cortados.


Al rato, tengo a la vista el precioso pueblo de La Bollene-Vesubie.

Llego al final de la bajada, en el Rio Vesubie, y empiezo a remontarlo buscando el segundo puerto del dia, el Pont de Countet.


Primeros kilómetros de subida, que serán por buena carretera hasta llegar a la localidad de Belvedere.


Abajo quedó Roquebiliere, a la vera de La Vesubie.


En Belvedere, parada obligatoria para coger agua. Podré beber sin miedo, a la vuelta volveré a pasar por aquí y podré rellenar el bidón.


Al salir de Belvedere la subida se encabrita, siempre remontando el torrente.





Los árboles, ya completamente pelados, observan mi lenta ascensión.


Paso junto a la espectacular Cascade du Ray.



Y cruzo el torrente que baja con fuerza, lo que me hace presagiar unas fuertes cuestas, ya que la carretera no lo deja ni a sol ni a sombra.


Pero entonces llego a este fantástico Valle de Gordolasque, increiblemente rodeado de picos nevados. Una preciosidad.


Recorro los últimos kilómetros de esta exigente subida.








Los picos de enfrente marcan la frontera con Italia. Estoy en el final del asfalto, allí delante está el puente. Luego la pista sigue pero ya sin asfaltar, imposible para mi bici.


Grandes desprendimientos hubo por esta zona.


Doy media vuelta e inicio el descenso.


Mejores vistas del Valle de la Vesubie.


Por esta carretera general, iré remontando el valle hasta llegar a Saint-Martin-Vesubie. Ahí empezará, propiamente dicho, la siguiente ascensión.


Otro pueblo de postal: Saint-Martin-Vesubie. Se eleva sobre la confluencia de 2 torrentes alpinos, el de la Madone de Fenestre y el de Boreon. Yo voy a subir al primero, a la Madone de Fenestre.


Los primeros kilómetros son brutales, la pendiente no baja del 10%.





Cruzo el torrente, parece que baje directo de aquella montaña del fondo.


Algunas construcciones se asoman a la carretera, pero son pocas.


Toda la espectacularidad de la alta montaña se concentra en esta zona.


Entonces, entre los árboles, veo por primera vez el Santuario de la Madone de Fenestre.


Me acerco...


El viento trae pulverizada la nieve de las montañas. Me está nevando bajo el sol!


El Santuario de la Madone de Fenestre, a 1.904 metros de altitud. Impresionante, de verdad.





Nuevamente, los picos del fondo son la frontera franco-italiana. Picos que superan los 3.000 metros.


Desciendo por donde subí, y paro en Saint-Martin para ver este monumento homenaje a los caidos por la patria.


Bajo a la general y sigo bajando por el valle, hasta que paro a coger agua aquí. La necesitaba, iba con bastante sed.


Hay que tenerlos bien puestos para aventurarse a cruzar eso.


Al pasar Lantosque, me desvío para ascender al Col de la Porte. Abajo dejo el Valle de la Vesubie.


Una carretera muy secundaria y solitaria me dirigirá hacia este puerto.








Llego al Col de la Porte. Ahora será terreno favorable hasta el final de etapa.


En la carretera que sube a Turini, tambien muy curveada.





No tardo en avistar Luceram, final de etapa.


Y todavía con algo de sol, doy por finiquitada está durísima etapa.


Tengo ahora otro reviradísimo trayecto hasta Saint-Jean la Riviere, punto de inicio del primer sector de la etapa de mañana. Esta vez, conduzco del tirón, y es al llegar a ese pueblo cuando me preparo la cena, en un aparcamiento cerca del rio, muy tranquilo.

Tengo otra vez bastantes horas para descansar. Mañana el primer sector será un sube-baja, por lo que empezaré de noche y ya veré el paisaje a la bajada. Y es que, entre los 2 sectores de mañana, el dia también se las trae.
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