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jueves, 20 de enero de 2011

Brevet independiente del Prepirineo: Oda a la luna triste


Cuentan que la luna, con infinita tristeza, espera en las frias noches de invierno que un gentil aventurero se complazca de observar su belleza. Hoy, sobre las tranquilas aguas del pantano Llosa del Cavall, me dejo embrujar por su influjo.


La luna, agradecida, antes de despedirse le dice al sol que me obsequie con el más bello amanecer.


Bueno, basta ya de mariconadas y vamos a lo que vamos.... Subiendo a Coll de Jou, tras pasar por el pueblo de Sant Llorenç de Morunys completamente congelado, agradeciendo ahora la salida del sol, pues no me siento los dedos.


Desde arriba de Coll de Jou, el silencio y el mar de niebla que tapa todo lo que da la vista.


Impactantes imágenes, solamente espero que en mi descenso no deba entrar en esa niebla.




Las paredes verticales de la Sierra de Querol caen sobre la carretera por la que acabo de transitar.


La niebla cada vez la tengo más cerca, amenazante. Con el frio que hace, por nada del mundo deseo entrar ahi.


El Castillo de Oden se alza en lo alto de la montaña. Cuenta la leyenda que por el filo de la Sierra se pasea la sombra del heredero del castillo, quejándose con terribles lamentos de su muerte violenta, y pide justicia, y pide ayuda a las transeuntes contra su familia, pues su madrastra lo ha envenenado para favorecer a su hijo...


Por esta Sierra es por donde se pasea la sombra...


Impactante este tramo de semidescenso que hay después de Coll de Jou.


La niebla se acerca... viene a buscarme!


Prosigo el descenso por la ladera de la montaña, el sol no impide el frio, la temperatura media de toda la salida ha sido de solamente 5ºC.


El pueblo de Cambrils de la montaña (aquí no hay playa, vaya vaya).


Prosigo el descenso hasta Alinyá (el pueblo que queda en la sombra en la vaguada del fondo), y al llegar allí subiré a investigar la subida a Alzina d´Alinyá (el pueblo que queda encima justo ahora dándole ya el sol).


Son 8 kms de subida constante hasta llegar al pueblo. Si lo contamos desde abajo en el Rio Segre, queda un auténtico puertazo.


Una imagen de la subida a este pueblo.


Desde la parte alta del pueblo, vemos como las casas se asoman en la punta del montículo.


Vuelvo a deshacer esos 8 kms, hasta Alinyá, y prosigo el descenso hasta el Rio Segre.


Tras avituallarme de croissants, chocolate y cocacola en Coll de Nargó, la emprendo con el Coll de Boixols.


La carretera poco a poco va ganando altura, por el filo del desfiladero del Rio Valldarques.


En la curva del final está la cima del puerto de Boixols.


Desde ahi, podemos ver la poquísima nieve que hay en las montañas, a pesar de estar en la segunda quincena de enero.


Tengo ahora unos cuantos kilómetros de descenso, antes de ir a por el Coll de Faidella, que por este lado apenas es nada. El Grau de Queralt, con sus más de 1700 metros de altitud, me resguarda del viento del norte.


Llegando al pueblo de Boixols...


... donde paro a coger agua, que ya hace rato que lo estaba deseando.


Me despido de Boixols y empiezo a subir Coll de Faidella, cortito y poco matón.


En lo alto de Faidella, mirando por donde he subido.


Ahora tengo unos 12 kilómetros de descenso hasta Isona.


Vemos todo el llano de la Conca de Tremp, donde queda un pequeño vestigio de la niebla matinal.




Atravieso Isona y, en vez de ir por la carretera general, paso por la que cruza los pueblo. Aquí llegando a Conques.


Paro en la fuente a coger agua, fuente esférica que es una réplica, a tamaño reducido, de la fuente de Prades.


Bajo luego a Figuerola d´Orcau, donde ahi si que ya entro en la general. Será muy poco rato, pues no tardaré en desviarme para coger la carretera secundaria que sube al puerto de Comiols.


Subiendo a Comiols por esta tercera vertiente, la única que me falta y la única por carreteras secundarias. El pueblo de San Salvador de Toló ser alza con semblante majestuoso, dominando la llanura desde su posición privilegiada.


Ahi arriba, en lo alto de la montaña boscosa, estará la cima de Comiols.


Una subida tranquilísima, que diferencia con las otras 2 vertientes!


De nuevo vistas de la llanura y la Conca de Tremp, al fondo el Pirineo.


Empiezo el descenso de Comiols y, con pavor, siento como la niebla me traga.


A partir de ese momento, todo oscuridad, humedad y frio. Ahora estoy llegando a Ponts tras un largo e irregular descenso de Comiols.


En las largas rectas que hay en la llanura de La Noguera, parece que la niebla levanta algo, pero no veré más el cielo ya hasta la noche.


Llego a Sanauja, donde cojo una carretera sin denominación que en algo más de 30 kilómetros me dejará en Solsona, final de etapa. Aquí me voy comiendo el bocadillo que he arrastrado toda la jornada, con tanto frio digamos que se ha conservado bien, jeje.


Esta pista forestal es de lo más irregular, aunque siempre tendiendo a subir.


Finalmente, mi triste amiga vuelve a encontrarme. Sorprendida de verme todavía pedaleando, se esfuerza y brilla más que nunca para mostrarme el camino y complementar así mi frágil iluminación.


Y de esta forma llego a Solsona, con un frio del carajo igual que cuando empezé. Fué una estupenda excursión, que habría sido perfecta de no ser por la niebla del final.

Menudo mes de enero que me estoy dando...

Saludos!!!
.

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