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domingo, 9 de mayo de 2010

Ruta alforjera del Maestrazgo, Montes Universales y sierra de Albarracín (II)



Suena temprano el despertador, a las 4 de la mañana. Tranquilamente me desayuno, me visto, lleno las alforjas y aun bien de noche me pongo en camino. Bajadita hasta Teruel y en la misma ciudad ya empieza a subir la carretera en lo que es el Puerto de Cabigordo.
Caen las primeras gotas aun en noche cerrada. Vaya fastidio! Paro a ponerme el chubasquero y el protector de alforjas, la cosa está clara, a la primera gota hay que protegerse, aunque no tenga cara de que vaya a llover mucho.
Amanece subiendo Cabigordo.




Y en la cima, con la carretera mojada pero sin llover, ha ido lloviendo y parando a lo largo de la subida.



Bajada de Cabigordo hacia Cedrillas, la mañana no pinta nada bién...



Nubarrones amenazadores por la zona donde debo ir a continuación.



En Cedrillas tomo una carretera vecinal que me ha de llevar a Alcalá de la Selva.



Siempre rodando sobre mojado, pero el cielo aguanta ahora y no me llueve, por suerte.



Cerca de Alcalá tenemos a la vista este castillo.



La carretera va remontando el estrecho.



Y los animales, confiados, se acercan al rio a beber.



Tras Alcalá de la Selva, salgo por breves metros a una carretera más general, que pronto abandonaré para subir a la Estación de Esquí de Valdelinares.



En este punto dejo la general y me voy a subir al punto más alto de la ruta.



Empieza Valdelinares con rectas largas y terreno despejado.



Pero bien pronto me adentro en un bosque fantástico, con una carretera fina fina que da gusto.



Empiezan a aparecer zonas con nieve, y va cayendo algún chaparrón corto pero que fastidia.



Últimos metros de ascenso a Valdelinares, el dia no abre, y a pesar de estar nublado sopla el viento con mucha fuerza, quizás por eso no llueva...



Valdelinares!



Una imagen desde la misma estación, pueden verse las estructuras de los remontadores.



Impresionante zona, en la cima, mientras vemos como la carretera serpentea por lo más alto de la Sierra de Gudar.



La carretera va en busca del pueblo de Valdelinares, según rezan los carteles el pueblo más alto de España.



Allí a lo lejos vemos ya el pueblo de Valdelinares.



Pero antes pararé en esta fuente para volver a repostar agua.



Valdelinares pueblo!



Tras una larga y cómoda bajada, toca enfrentarse al revirado puerto de Linares.



Muy abajo queda el pueblo de Linares de Mora, mientras seguimos subiendo el puerto de Linares.



La subida al final se endurece con estas rectas interminables.



Aunque con esfuerzo, consigo llegar a la cima del puerto de Linares.



Y en Mosqueruela, tras haber aguantado algo más de llovizna, otra parada a por agua.



Paso por la población de Mosqueruela.



Y cojo pista secundaria para emprenderla con el Collado de la Torre.



El viento se torna en contra, y hace este tramo muy complicado ya que es bastabnte abierto.



Pronto me adentro en una zona boscosa, lo que protege algo del vendaval.



Desde lo alto de La Tarayuela, estas vistas, con el pueblo de Cantavieja en la lejanía.



La carretera baja rauda para ir a buscar Cantavieja.



Tras pasar Cantavieja, viene el puerto de Cuarto Pelado. Aquí en los inicios.



Carretera ancha y poco tráfico. Fuerte viento y el cansancio empieza a acumularse.



Pero las vistas merecen la pena, e incitan a seguir descubriendo más.



Se endurece esta subida, no se cuanto faltará para terminar, voy sin referencias.



A medida que subo, las vistas se amplian. Aun veo Cantavieja ya muy lejos, mucho...



¿Será esa casita el final? Creo que va a ser que no...



Sube que te sube, este puerto se me está haciendo largo!



Parece que ya estoy llegando a algún sitio. Las primeras nieves me indican que estoy ya muy alto.



Tras coronar el puerto, cambio de carretera y enfilo claramente hacia el norte.



Una zona espectacular, salvajemente solitaria.



La cruz nos protege en nuestro solitario periplo.



La Cañada de Benatanduz, debe ser duro vivir aquí.



Empiezo a ver estas formaciones rocosas escarpadas, que me van a acompañar durante un buen número de kilómetros.



La carretera deja ver su trazado sin esconderse.



Impresionantes riscos!



Ahora la carretera se esconde, da gusto ir por aquí!



Camino de Villarluengo, me lo estoy pasando pipa por esta zona.



Sin palabras...



Suerte que este tramo lo pillo en bajada, jejeje.



La ermita al borde del precipicio.



Y con estas, llego a Villarluengo.



Corono el casi inexistente, por este lado, Alto de Villarluengo, y me dispongo a bajarlo por una carretera nefasta y además en obras.



La localidad de Las Fábricas, hundida entre montañas.




Espectáculo puro y duro esta zona.



Y por fin llego a un punto culminante de la etapa, el Órgano de Montoro. Enorme formación caliza del Cretácico que crece bajo las aguas del Rio Guadalope.



El Rio Guadalope y la carretera junto a él.



A partir de ahi empezará la subida a Los Degollaos.


Pasando por una extensísima zona quemada, muy desolador.



Aunque todavía puede encontrarse alguna zona verde, de prados.



Las vistas son para echarse a llorar.



Que lástima...



Debió ser terrible este incendio!



Alcanzo el pueblo de Ejulve, donde de nuevo cogeré agua para afrontar el último tramo de etapa.



Y al rato salgo a la nacional, con fortísimo viento de cara y donde voy muy muy despacito. Aquí pasando por Gargallo.



Antes de finalizar aun queda el Puerto de Las Traviesas, aquí consiguiendo hacer cima.



Y por fin, solamente me queda el descenso hasta Montalbán!



Llego a media tarde a Montalbán, punto final de esta preciosa y solitaria ruta, que me ha permitido descubrir una zona muy montañosa y de clima riguroso.



Toca descansar, pero poco, ya que el próximo fin de semana me voy a la Francia 4 dias!!!
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