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domingo, 12 de junio de 2011

Stage por Gredos y Guadarrama. Etapa 1: Gredos sur


Tras dedicar la tarde del sábado al largo viaje (unas 8 horas conduciendo sin ninguna prisa y sin pisar ninguna autopista de peaje) me planto en San Esteban del Valle cuando aun es de dia. Busco un buen sitio para aparcar y pasar la noche y me hago la cena. Me acuesto aun con luz. Este es el sitio donde he pasado la noche.



Empiezo la etapa y tras un breve descenso tengo que superar las primeras cuestas para llegar a Arenas de San Pedro. Antes de hacer el primer puerto "puntuable" ya he podido catar las subidas que hay en esta sierra.



Bordeando este embalse, ya en dura subida a Guisando, puedo observar la Sierra de Gredos, tanto tiempo añorada.



Llego a Guisando justo cuando el sol está a punto de empezar a calentarlo.



La subida final al Nogal del Barranco es siempre por dentro de un bosque. La pista no está muy bien, y se sufrirá sobre todo en la bajada.



Arriba, la rotonda con la cabra me indica que he conseguido este primer CIMA de hoy. Muchos coches, es domingo y estoy en el punto de partida de interesantes rutas senderistas.



Parada a la entrada de Guisando a coger agua. Va a hacer calor y no quiero tener problemas.



La carretera que va a El Hornillo, a media ladera, nos permite estas buenas vistas de Arenas de San Pedro.



Justo cuando voy a llegar a El Hornillo, me encuentro el cruce que me subirá hasta Mingo Fernando, segundo CIMA de la jornada. Fuentes no faltan en Gredos.



Subida más abierta donde el sol ya empieza a castigar.



La pista va remontando el Rio de Cantos con los riscos de más de 2.000 metros como telón de fondo.



El rio baja con fuerza y su sonido es lo único que se oye en esta muy solitaria subida.



En la parte final, se espesa el bosque y las sombras son muy agradecidas. Van a ser las últimas de hoy.



Arriba, una pequeña explanada, y nada más. Ni rastro de gente.



Bajo por donde subí hasta la carretera general y la emprendo con el tercer CIMA, La Centenera. Estoy acercándome al pueblo de El Arenal.



La Ermita del Santo Cristo de la expiración me da la bienvenida al pueblo de El Arenal.



El ayuntamiento ya da un toque más solemne. Las 9 y cuarto de la mañana y el sol es de justicia.



Por suerte, agua hay mires por donde mires. Jamás vi tantas fuentes en una etapa en bici, es algo colosal!



La Centenera ya es un puerto de paso, no un subeybaja como los anteriores. Estoy cerca de coronar por la vertiente sur.



En la cima, tercero que meto en el zurrón.



Ahora descenderé por la cara norte para ir a buscar la carretera que sube al Puerto del Pico. Buena carretera para bajar rápido.



Es realmente relajante rodar por aquí, sin coches que molesten.



Antes de enlazar con la nacional, ya veo la cima del Puerto del Pico. Vaya solanera que voy a pillar!



Subiendo El Pico por una nacional con bastantes coches y, sobre todo, motos.



Abajo queda el pueblo de Cuevas del Valle, mientras yo sigo por esta subida que parece corta pero no se acaba nunca.



Última paella antes de encarar el tramo final.



Llegando a lo alto de El Pico. Cuarto CIMA del dia a la saca.



Bajo a San Esteban del Valle, donde tengo el coche, y me tomo un par de refrescos y cojo el bocadillo, para acto seguido empezar el segundo bucle. El primer puerto será Serranillos. A media subida vemos los pueblos diseminados por estas laderas inmensas.



Si me fijo bién, allí arriba está la cima del puerto. Pues no me queda aún! Y sombras, ni una.



Al ir viendo el final, parece que se llegará pronto... pero pasan kilómetros y kilómetros y nunca se termina.



Ahora sí, estoy en la cima de Serranillos.



Foto del cartel y toca bajada, a descansar un poco las piernas.



Bajaré por la vertiente norte, en busca del pueblo de Serranillos.



Llego al pueblo de Serranillos y, en la montaña que hay justo detrás, se observan las antenas de La Mesa, próximo objetivo.



Descarnado inicio de subida a La Mesa, se hace necesario pasar este tramo caminando pues asfalto no queda.



Una pequeñísima muestra de vegetación, que en absoluto representa lo que será esta subida, muy seca siempre.



La rampita final se las trae!



Desde arriba, en el punto más alto de la etapa, las vistas se extienden hasta el infinito.



Busco el cartel, me lleva un rato pues no se donde estaba exactamente, y lo encuentro tirado en el suelo.



Con esfuerzo (pesa bastante el cabrito) lo pongo medio de pie apoyado en unas piedras, y puedo hacerme esta foto tan deseada desde hace tiempo.



Estoy en lo más alto de La Mesa!



Continuaré con la bajada de Serranillos, tras este paréntesis para subir La Mesa, y llegaré a Navarrevisca y luego a Villanueva de Ávila, para iniciar el ascenso al siguiente puerto, Mijares.



Otra subida pelada y seca donde las haya.



Y otro de los que se ve la cima desde muy abajo, y te come la moral ver que pasan los kilómetros y se sigue viendo la cima lejos.



Subiendo Mijares, en plena tarde y sin una nube para aliviar, buffff.



Las rampas no son muy exigentes, pero todo lo que llevo ya en las piernas hace que el ritmo sea cansino.



Corono Mijares, buenos sudores me ha costado!



Una foto al cartel, antes de lanzarme al descenso.



Desde la cima, mirando al sur, por donde voy a bajar.



Larguísima bajada, debo llegar hasta la llanura que se ve a lo lejos.



En Mijares paro a coger agua en una de las muchas fuentes que hay. Luego, algo más adelante, en una gasolinera paro a comprar algo de alimento y bebidas azucaradas. Necesito un último aporte de energía para subir el último, el Alto de Pedro Bernardo. Hacia media subida, cruzaré el pueblo del mismo nombre.



Dejo el pueblo de Pedro Bernardo atrás y sigo con la subida.



Ya estamos otra vez! Carretera pelada, sin sombras y de las que se ve el final. Hay que tener moral hoy!



Tremenda la solanera que estoy pillando a estas horas de la tarde.



Corono este octavo y último CIMA de hoy, contento porque ahora ya todo es bajada hasta el coche.



Empiezo a bajarlo y pronto veo el final de etapa, San Esteban del Valle.



Pero antes, aun me da tiempo a parar en esta fuente y lavarme bien el sudor de cabeza, piernas y brazos. Así llegaré medio en condiciones al coche.



Veo la bajada que tengo por delante, hasta llegar a San Esteban del Valle.



Llego a San Esteban y doy por finalizada esta estupenda primera etapa. La dureza ha sido considerable y el calor apretó mucho, dejándome ya todo colorao a pesar de la crema que esta vez sí que me puse.

Tengo un traslado cortito, de una media hora, hasta San Martín del Pimpollar, donde pasaré esta noche. A medio camino, en lo alto del Puerto del Pico, paro para cocinarme la cena y me la trago con un hambre impresionante, al lado de la fuente que hay. Aprovecho esa fuente para lavarme más a fondo, bajo las curiosas miradas de la gente que por allí hay.

Una vez bien satisfecho y limpito, termino el viaje y, en la plaza principal de San Martín, aparco para pasar la noche. Me acuesto que aún es de dia, por estas latitudes anochece bastante tarde, y no tardo en dormirme, ajeno a los ruidos de los pocos transehuntes que hay en ese pequeño pueblo.

Dormiré del tirón, y bien que haré, pues mañana toca otra durísima etapa por la Sierra de Gredos.


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