Buscar este blog

martes, 25 de enero de 2011

4 CIMAs, 1 delta y algo de frio polar

Metemos esos ingredientes en la coctelera, mezclamos bien y, como resultado, obtenemos un par de etapas tal que así:




Hagamos un resumen de lo más interesante que sucedió en estos 2 dias, en plena ola de frio, que no fué suficiente para hacerme quedar en casa delante del televisor viendo pasar las horas muertas.

Salgo de Rasquera pasadas las 8 de la mañana. En esta ocasión no habrá pedaleo nocturno, tanto frio no invita a ello. Tengo esta vista del Ebro en este pronunciado meandro.


Desde lo alto del Coll de Som, veo el Macizo de El Port, donde está el Mont Caro, única dificultad de hoy.


Tivenys, final del descenso del cortito Coll de Som. Ahora iré hasta Tortosa siguiendo el Ebro.


Subiendo ya el Mont Caro. Sin duda, el puerto rey de esta mi comunidad autónoma.


La cabra espera en lo alto del risco.... ah no, que es de piedra!


Empezando prácticamente a nivel del mar, este coloso impresiona a todo el que transita por él.


Una zona de herraduras...


... y sin piedad el desnivel nos machaca las piernas.


Desde lo alto, el gigante nos ofrece panorámicas tanto si miramos hacia un lado...


... como si miramos hacia otro.


De las alturas, ahora descenderá para recorrerme el Delta del Ebro. Este es el puerto de San Carlos de la Rápita.


En el Delta, además de arroz, también se "cultivan" moluscos.


Kilómetros y kilómetros con vistas como esta, totalmente llano, es lo que tengo por delante.


En Poblenou del Delta, al lado del campanario, paro a coger agua en una fuete, ya que acabo de comerme el bocata y tengo bastante sed.


Llego hasta el final, hasta la punta del Delta. Esta es la Playa de los Eucaliptus. Hoy os aseguro que no apetece nada un baño, a pesar del cielo azul, brrrrr.


Sigo recorriendo el Delta, campos anegados son la tónica general.


Bonita choza, con sus palmeritas y todo.


El nuevo puente entre San Jaume d´Enveja y Deltebre, con apenas 4 meses de vida. Hasta ahora, para hacer los 250 metros que separan ambos pueblos, o se cascaban 20 kilómetros en coche o tenían que usar el "paso de barca". Ahora ir de un pueblo a otro es un paseito.


El Rio Ebro en su Delta, el rio más caudaloso de España. A la izquierda está Deltebre y a la derecha San Jaume d´Enveja.


Para terminar la jornada, solamente me queda subir al Pla del Burgar donde hay un Parque Eólico, para luego descender a Rasquera y terminar esta primera etapa.


Mi hotel de 0 estrellas. Esta noche pasará una buena prueba, aguantando temperaturas de varios grados bajo cero. Dentro del saco se pasó bien, pero fuera..... ay fuera... El coche amaneció cubierto de hielo, y los cristales también se habían helado... ¡por dentro!


La segunda etapa empieza en La Senia, conocida por su gran cantidad de fábricas de muebles, y pronto llego al pueblo de Rossell, ya en Castellón.


Empiezo la subida a Bel, un pueblecito perdido entre las montañas ya dentro del Maestrazgo.


Este tramo entre encinas es precioso.


El pueblo de Bel, con 20 habitantes registrados.


Una preciosa mañana, que luego se estropeará por desgracia.


Entre Rossell y Vallibona hay un camino asfaltado que va por el cañón del Rio Cérvol, tremendo a base de repechones y bajadas, sin un metro llano.


En la más absoluta soledad.


El pueblo de Vallibona, de origen musulmán. Aquí por fin se acaba esa tortura de carretera y empieza un puerto como debe ser, todo seguido.


Subiendo Santa Águeda. Vallibona ya queda al fondo del barranco.


Desde arriba, y justo en el centro, veo el montículo donde está construido el precioso pueblo de Morella. Allí voy ahora!


Morella. Las murallas medievales encierran un pueblo cargado de historia.


Subo el Puerto de Torre Miró desde Morella, y en lo alto tengo estas vistas.


Luego voy hasta Monroyo por una nacional casi desierta, incluso apetece de vez en cuando ver un coche o camión para saber que hay vida.


Ahora debo ir hasta Herbés, para subir a Torre Miró por otra vertiente, todavía más tranquila y solitaria. El Rio Tastavins está congelado.


Llegando a Herbés, el dia se estropea con rapidez y me voy despidiendo del sol, que no es que calentara mucho pero algo hacía.


Subiendo Torre Miró desde Herbés.


Llegando arriba, el dia ha quedado feo a matar, hace un frio que pela y algo de viento. Una tarde de lo más desapacible.


La carretera que va de Torre Miró hacia La Senia es todo un insulto a la dignidad. Son algo más de 40 kilómetros donde queda patente la estupidez y la necedad que es capaz de almacenar el ser humano. Al fondo veo Castell de Cabres, por donde voy a pasar en breve.


Sigo por esta "carretera" por llamarlo de alguna forma, donde llegar al final con la bici entera y sin perder nada de los bolsillos es un triunfo.


Por suerte, me desvio para subir a Fredes y abandonar esa mierda de asfalto. Aquí se rueda bien. Nunca la fauna salvaje la tuve tan cerca...


Corono Fredes y desciendo por la vertiente larga, de asfalto impecable, en una tarde donde apetece cualquier cosa menos bajar un puerto. Que frio por dios!!!


Y a las 6 de la tarde, llego a La Senia, dando por finalizado este pequeño stage de 2 dias donde esperaba pasar frio pero también esperaba sol ambos dias. La tarde de hoy salió rana, pero bien está lo que bien acaba.

Saludos!


.

jueves, 20 de enero de 2011

Brevet independiente del Prepirineo: Oda a la luna triste


Cuentan que la luna, con infinita tristeza, espera en las frias noches de invierno que un gentil aventurero se complazca de observar su belleza. Hoy, sobre las tranquilas aguas del pantano Llosa del Cavall, me dejo embrujar por su influjo.


La luna, agradecida, antes de despedirse le dice al sol que me obsequie con el más bello amanecer.


Bueno, basta ya de mariconadas y vamos a lo que vamos.... Subiendo a Coll de Jou, tras pasar por el pueblo de Sant Llorenç de Morunys completamente congelado, agradeciendo ahora la salida del sol, pues no me siento los dedos.


Desde arriba de Coll de Jou, el silencio y el mar de niebla que tapa todo lo que da la vista.


Impactantes imágenes, solamente espero que en mi descenso no deba entrar en esa niebla.




Las paredes verticales de la Sierra de Querol caen sobre la carretera por la que acabo de transitar.


La niebla cada vez la tengo más cerca, amenazante. Con el frio que hace, por nada del mundo deseo entrar ahi.


El Castillo de Oden se alza en lo alto de la montaña. Cuenta la leyenda que por el filo de la Sierra se pasea la sombra del heredero del castillo, quejándose con terribles lamentos de su muerte violenta, y pide justicia, y pide ayuda a las transeuntes contra su familia, pues su madrastra lo ha envenenado para favorecer a su hijo...


Por esta Sierra es por donde se pasea la sombra...


Impactante este tramo de semidescenso que hay después de Coll de Jou.


La niebla se acerca... viene a buscarme!


Prosigo el descenso por la ladera de la montaña, el sol no impide el frio, la temperatura media de toda la salida ha sido de solamente 5ºC.


El pueblo de Cambrils de la montaña (aquí no hay playa, vaya vaya).


Prosigo el descenso hasta Alinyá (el pueblo que queda en la sombra en la vaguada del fondo), y al llegar allí subiré a investigar la subida a Alzina d´Alinyá (el pueblo que queda encima justo ahora dándole ya el sol).


Son 8 kms de subida constante hasta llegar al pueblo. Si lo contamos desde abajo en el Rio Segre, queda un auténtico puertazo.


Una imagen de la subida a este pueblo.


Desde la parte alta del pueblo, vemos como las casas se asoman en la punta del montículo.


Vuelvo a deshacer esos 8 kms, hasta Alinyá, y prosigo el descenso hasta el Rio Segre.


Tras avituallarme de croissants, chocolate y cocacola en Coll de Nargó, la emprendo con el Coll de Boixols.


La carretera poco a poco va ganando altura, por el filo del desfiladero del Rio Valldarques.


En la curva del final está la cima del puerto de Boixols.


Desde ahi, podemos ver la poquísima nieve que hay en las montañas, a pesar de estar en la segunda quincena de enero.


Tengo ahora unos cuantos kilómetros de descenso, antes de ir a por el Coll de Faidella, que por este lado apenas es nada. El Grau de Queralt, con sus más de 1700 metros de altitud, me resguarda del viento del norte.


Llegando al pueblo de Boixols...


... donde paro a coger agua, que ya hace rato que lo estaba deseando.


Me despido de Boixols y empiezo a subir Coll de Faidella, cortito y poco matón.


En lo alto de Faidella, mirando por donde he subido.


Ahora tengo unos 12 kilómetros de descenso hasta Isona.


Vemos todo el llano de la Conca de Tremp, donde queda un pequeño vestigio de la niebla matinal.




Atravieso Isona y, en vez de ir por la carretera general, paso por la que cruza los pueblo. Aquí llegando a Conques.


Paro en la fuente a coger agua, fuente esférica que es una réplica, a tamaño reducido, de la fuente de Prades.


Bajo luego a Figuerola d´Orcau, donde ahi si que ya entro en la general. Será muy poco rato, pues no tardaré en desviarme para coger la carretera secundaria que sube al puerto de Comiols.


Subiendo a Comiols por esta tercera vertiente, la única que me falta y la única por carreteras secundarias. El pueblo de San Salvador de Toló ser alza con semblante majestuoso, dominando la llanura desde su posición privilegiada.


Ahi arriba, en lo alto de la montaña boscosa, estará la cima de Comiols.


Una subida tranquilísima, que diferencia con las otras 2 vertientes!


De nuevo vistas de la llanura y la Conca de Tremp, al fondo el Pirineo.


Empiezo el descenso de Comiols y, con pavor, siento como la niebla me traga.


A partir de ese momento, todo oscuridad, humedad y frio. Ahora estoy llegando a Ponts tras un largo e irregular descenso de Comiols.


En las largas rectas que hay en la llanura de La Noguera, parece que la niebla levanta algo, pero no veré más el cielo ya hasta la noche.


Llego a Sanauja, donde cojo una carretera sin denominación que en algo más de 30 kilómetros me dejará en Solsona, final de etapa. Aquí me voy comiendo el bocadillo que he arrastrado toda la jornada, con tanto frio digamos que se ha conservado bien, jeje.


Esta pista forestal es de lo más irregular, aunque siempre tendiendo a subir.


Finalmente, mi triste amiga vuelve a encontrarme. Sorprendida de verme todavía pedaleando, se esfuerza y brilla más que nunca para mostrarme el camino y complementar así mi frágil iluminación.


Y de esta forma llego a Solsona, con un frio del carajo igual que cuando empezé. Fué una estupenda excursión, que habría sido perfecta de no ser por la niebla del final.

Menudo mes de enero que me estoy dando...

Saludos!!!
.

Seguidores

Archivo del blog

Contador de visitas