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miércoles, 2 de mayo de 2012

Gran Fondo en las Montañas de Tarragona



Primera salida Gran Fondo de este año, entendiendo como tal a una etapa que supere los 250 kms y, a ser posible, los 4000 metros de desnivel.

En esta ocasión, no me voy muy lejos de casa. Escasamente una hora de viaje y me pongo en Querol, donde se inicia la etapa.

Salgo de noche para subir el puerto más duro de toda la etapa de buenas a primeras, el alto de Montagut. Rampas máximas del 22% hacen que desaparezca al momento cualquier resto de pereza que pudiera tener, y eleva las pulsaciones al máximo. Empieza a clarear cuando estoy a punto de coronar, pero entonces el frio se hace insoportable y la bajada hasta el Pla de Manlleu es un suplicio.

Tras Pla de Manlleu, tomo una carreterita muy interesante que me llevará hasta Vila-Rodona.





Un menhir, llamado la Pedra Alta.


Cuando estoy cerca de Vila-Rodona, aparece el sol, cosa que agradezco pues no voy con mucha ropa y estoy helado.





Siempre en terreno descendente, pasaré por pueblos como el ya mencionado Vila-Rodona, Bráfim, Nulles, La Secuita y Perafort.


Me acerco a la enorme refinería de Repsol.


A partir de la Pobla de Mafumet, cambia la tendencia y la carretera empieza a subir, levemente al principio y cada vez más fuerte hacia el final de este Coll de la Batalla. 











Enfrete, las Muntanyes de Prades y la Serra de la Mussara, por donde luego volveré.


Coronando el Coll de la Batalla.


Algo de descenso para descansar un poco, aunque este puerto tampoco ha pasado mucha factura.


En este descenso, dejo atrás l'Aleixar.


Llegando a Mas Pujols, me desviaré a la derecha por una carreterilla que me dejará en Borjes del Camp.


Y luego salgo a la nacional para subir el Coll de la Teixeta.





Desciendo la Teixeta por Duesaigues y Riudecanyes.











Y al llegar a Riudecanyes, empieza el segundo "coco" de la etapa, la subida al Castell d'Escornalbou. Rampas durísimas ya de inicio, en un puerto donde encontraremos máximas del 20%.

















Conseguido el puerto, estoy en la explanada a los pies del castillo.





Descendiendo hacia Vilanova d'Escornalbou paso por un privilegiado mirador sobre el Mediterraneo.


Vilanova d'Escornalbou, punto donde toca repostar de agua.





Brevísimo descenso hacia Mont-Roig del Camp...


... donde se inicia una larga subida al Coll Roig. Vemos la ermita de la Mare de Deu de la Roca.








El pueblo de Colldejou, en la segunda mitad de la ascensión.





Coronando este Coll Roig, por las crestas vemos los parques eólicos de la zona.


Inicio del descenso, que se prolongará hasta que hayamos pasado la población de Torre de Fontaubella.








Antes de llegar a Falset, ya empieza de nuevo el terreno a subir. Estamos en los inicios del Coll Major.








En la cima del Coll Major, mirando hacia Porrera, próxima localidad por la que pasaré.





Entro en Porrera para repostar agua, en una fuente que ya tengo localizada de otras ocasiones.








Salgo de Porrera, bien bebido y con el bidón lleno, y me dispongo a subir el Coll de Porrera bajo un intenso calor.





Una vez subido y bajado ese puerto, camino libre para adentrarme en las Muntanyes de Prades.


La subida a Arbolí es muy dura, por una carretera descarnada y bajo un sol de justicia.


A media subida, tenemos estas vistas del Pantano de Siurana.


Llegando a Arbolí, enclavado entre las montañas.





Cruzaré de punta a punta la Sierra de la Mussara, gozando en todo momento de excelentes vistas del Mediterraneo y el Baix Camp.

















Descendiendo La Mussara hacia Mont-Ral, en pleno corazón de las Muntanyes de Prades.


Mont-Ral, en lo alto de la colina, será mi próximo objetivo.


Desde Mont-Ral, de nuevo vistas sobre el Mediterraneo.


Más descenso, ahora hasta llegar a Farena.





Y tras Farena, algún repechón sin demasiada importancia y el resto ya bajada hasta La Riba.








Luego deberé cruzar la ciudad de Valls, ya más importante, y donde pregunto para no complicarme y perderme, que bastante larga es la etapa como para ir regalando kilómetros.


Desde Valls y hasta el Pont d'Armentera, larguísimas rectas, que tengo la suerte de coger con el aire a favor. Lo contrario sería un suplicio, sin duda.


El Pont d'Armentera.


Ahora voy a subir hasta Les Ordes, una carretera que muchas veces he visto al pasar por ahí pero que nunca me había decidido a meterme. Carretera excelente y subida tranquila sin demasiada pendiente.


Llega un punto que la carretera está cerrada por una verja. Hasta aquí hemos llegado!


Media vuelta y a buscar la carretera que, en suave ascenso, me dejará en Querol, punto final de la etapa.











Al rato, tengo a la vista Querol, ya no me queda mucho para terminar.


Y aquí, a los pies de las ruinas del castillo de Querol, doy por finiquitada esta etapa enorme. Pronto, otra de similares características.





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