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domingo, 20 de noviembre de 2011

Alpes Marítimos: prólogo


Tengo por delante 4 dias para pedalear por loa Alpes Marítimos, para conocer nuevos puertos de montaña, nuevas zonas de la geografía francesa.

El primer dia lo dedico al viaje de aproximación. Llego a Sospel a eso de las 3 de la tarde, y como me quedan algo más de 2 horas de luz, decido aprovecharlas para hacer un pequeño bucle con un par de puertos.

Salgo de Sospel, mejor dicho de las afueras, e inicio de buenas a primeras la subida al Col de Brouis.


Este monte, llamado Baus de Nieya, me observa en mi ascenso.


Voy dejando abajo Sospel, enclavado en el Valle de La Bevera.


Carretera revirada pero de subida moderada, bastante llevadera.





Al rodear la montaña ya me hago una idea de lo que me espera.


La subida se prolonga siguiendo la ladera del Mont Gros.


Veo que viene un pequeño descenso, para luego retomar la subida. También veo lo que será la cima del puerto, allí al final de todo.


En los últimos metros, muchísima curva pero poca pendiente.


En la cima del Col de Brouis, veo el albergue que ahí hay.


Fuerte descenso, que me dejará en el Valle de La Roya.


Al fondo puedo divisar Breil-sur-Roya, final del fuerte descenso.


El rio Roya, a su paso por Breil-sur-Roya.





Continúo en descenso, ahora más moderado, siguiendo el curso de la Roya y al lado de la via de tren.


Entraré por un instante en Italia. Solamente serán unos 5 o 6 kilómetros, pero almenos puedo decir que he pedaleado por otro pais diferente.


Dejo la general y giro a la derecha para ascender al Col de Vescavo.


Oscurece muy rápido, por lo que desde la cima apenas puedo ver el final del descenso que me espera. Al fondo, el coche marcará el final de esta cortísima etapa prólogo.


Llego al coche y me cambio de ropa. Luego programo el GPS para llevarme hasta Luceram, inicio de la etapa de mañana. No es un viaje largo pero es tan revirado que antes de llegar paro para cocinarme una buena cena.

Llego a Luceram bajo una fina lluvia, cosa que no me hace ninguna gracia. Pero como para mañana daban bueno, confío en que las predicciones sean válidas. Me preparo mi hotel de 0 estrellas y bien prontito me veo metido dentro del saco y tapado hasta las orejas. Mañana toca madrugar, pues la etapa es larga y dura y habrá que empezar de noche.
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