Tras haber pasado la noche en Onda, en una calle muy tranquila alejada del centro urbano, me pongo en marcha con el fresco del amanecer. Temperatura cercana a los cero grados, pero que luego, cuando salga el sol, subirá rápidamente.
Antes de ver el sol, ya estoy subiendo el primer puerto, el Collado Jinquer.
Una carretera en perfecto estado, que se mantendrá así hasta llegar a Villamalur.
Pasito a pasito, voy adentrándome en el corazón de la Serra d'Espadá.
Tras una bajada de unos 3 kms, reemprendo la subida, que ya no cesará hasta llegar a Villamalur, precioso pueblo perdido entre montañas.
Dentro del pueblo, esta inquietante carreterita me llevará al tramo final de Collado Jinquer.
Inicio titubeante, ahora bajo ahora subo, y el pueblo de Villamalur queda atrás.
La pista se estrecha y la gran tranquilidad de esta zona invita al pedaleo relajado.
Corono y, en el descenso hasta Matet, encuentro muchos tramos umbríos con nieve y hielo. Alguno lo pasaré a pie, toda precaución es poca cuando voy solo por esos mundos de Dios.
Llego a Matet, pueblo que atravesaré por estrechas callejuelas. Me encanta el colorido de las casas, me ha parecido un pueblo muy majo.
Luego ya viene una carretera general, siempre tendiendo al descenso, que me llevará a Navajas, Segorbe...
... y luego a Soneja, donde atacaré el poco complicado puerto del Marianet. Tras coronar ese puerto, descenso hacia Vall d'Uixó, pasando por Alfondeguilla, este pueblo blanco.
Unos cuantos kilómetros por el lateral de la autovía, que me sirven para avituallarme en ruta, y me preparo para el ascenso rey del dia.
Primeros kilómetros de ascenso a Eslida. La Ermita de Santa Cristina a orillas de la carretera.
El ascenso al Puerto de Eslida ya es cosa más seria. El pueblo de Eslida, queda bastante abajo.
Corono Eslida pero quiero más. Quiero llegar a lo más alto, al Puntal d'Aljub. Así pués, me meto por esta estrecha pista asfaltada donde voy a encontrar los porcentajes más duros. El objetivo está a la vista.
A medio camino, veo el trazado de esta pista. Parece ser que han estado desbrozando los márgenes y toda la pista está llena de ramas y pinchos, lo que provocará que pinche luego en el descenso.
Pendientes duras, sin miramientos.
Conseguido! Esto es lo que puedo ver si miro hacia el oeste, hacia el interior.
En esta mesa de orientación amplío mis conocimientos sobre esta zona, con las antenas como telón de fondo.
Mirando hacia la costa, el Mediterraneo, aunque lejos, se ve a la perfección.
Bajo al pueblo de Eslida por donde subí, pinchando. Al repasar la rueda, encuentro 4 pinchitos clavados, lo que me lleva un tiempo en sacarlos todos de la cubierta y asegurarme que no queda ninguno más.
Camino de Aín, la carretera hace este bucle, enroscándose sobre sí misma.
Llego a Aín, que en árabe significa "fuente", y me desviaré para subir el Puerto de Almedíjar, cuya cima se intuye a la izquierda de la foto.
Subida tranquilísima, con un asfalto muy muy rugoso.
Calma total en esta zona septentrional de la Serra d'Espadá.
El silencio de la montaña infunde respeto.
Corono el puerto y me lanzo a su descenso. Esta pequeña capilla guarda el camino.
El pueblo de Almedijar me proporcionará una carretera mucho más ancha y de perfecto asfalto hasta llegar a la entrada de Segorbe.
Pero antes de eso, en Castellnovo, un parque para descansar unos minutos.
De nuevo voy a adentrarme en la Serra d'Espadá, ahora atravesándola a los pies del Pico Espadá, el que da nombre a la sierra. Peñalba es el primer pueblecito que jalonará este recorrido.
Las ruinas del Castillo de Algimia d'Almonacid marcan el final de ascenso cómodo y el inicio de la parte dura de este puerto de La Nevera.
Cada vez que me encuentro un cartel de estos, con el pajarraco, es que viene subida. Ya le estoy pillando manía al bicho...
Corono La Nevera y bajando paso por Alcudia de Veo. Ya me queda terreno favorable y voy bien de tiempo. A relajarse!
Camino de Onda, y como aun es temprano, hago un ida-vuelta hasta el pueblo de Suera. No interesa llegar muy pronto al coche, que ahí me aburro. Tras visitar esa población, enfilo finalmente el camino hacia el coche, pasando por Artesa...
... y llegando a Onda bastante antes de que el sol empieze a ocultarse.
Me cambio en el coche y me voy a un mercadona que he visto por ahí cerca. Como sé que tienen lavabos, lo busco, lo encuentro y me meto en él y aprovecho para lavarme bién y quitarme el sudor de encima. Ya todo limpito, emprendo el viaje hasta tierras alicantinas.
Sé que por las mañanas hace rasca, así que no voy a conducir hasta el punto de inicio de la etapa de mañana. Me quedaré más o menos media hora antes de llegar a destino. Así, mañana por la mañana, tendré tiempo de calentarme en esa media hora de viaje, pues hoy empezé la etapa con el cuerpo frio y lo pasé algo mal.
En Llosa de Ranes, me voy a las últimas casas del pueblo y en una calle aparco para dormir. Mañana, la etapa reina, la más dura de este stage de 4 dias. Hay que descansar bién...
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